jueves, 15 de octubre de 2009

EL NO RETORNO


Volver. Nadie dijo que fuera fácil. Transitar esas calles que albergaron tu alma, que agotaron tu vida, que siguieron de cerca cada aliento. Regresar para sentirse ya un extraño. Sentir la ausencia del ser querido. Oir lo ecos de las fiestas en tu casa, las risas, la música que no paraba de sonar y hacernos bailar. Nostalgia de la mini terraza donde la vida se abría al cielo, a la muralla y a los jardines. El silencio. Recorrer esas calles con historia del centro de Palma. Sonreír a tu vecina alemana. Hablar con la amable y encantadora vecina cubana. Te pierdes entre las plazas, las calles porque ya no eres de ahí. Porque la vida te echó de esos parajes o porque las situaciones se torcieron y se volvieron imposibles. El pulso de la vida. Perdiste tu lugar. Vuelves y parece que nada ha cambiado y tú sí. O quizás no. Lo sabrás a la vuelta de la esquina.

2 comentarios:

nuria dijo...

És nuestra Palma de Mallorca, la que siempre llevare en mi corazón , siempre recordando sus buenos momentos que han sido muchos, con nuestros amigos, familia y contigo claro.... nunca lo olvidare y tu tienes que hacer lo mismo,, ido a vivir la vida que és preciosa y no hay que perder ni un solo minuto.... La teva coseta¡¡
(por cierto... quien és la vecina cubana??? jajajajaj)

Andrés Castaño dijo...

Una mujer que vivía enfrente de nuestra casa, en un portal un poco más arriba! Me la cruzaba muchas veces y siempre saludaba. Desprendía esa alegría propia del Caribe y Sudamérica.