domingo, 18 de octubre de 2009

ISLANDS


Vivir aislado. Limitado por los márgenes que impone la geografía. Y rodeado por el mar. Ese elemento sobre el que giras, que lo mismo genera un peligroso 'cap de fibló' (un pequeño tornado) como reconforta con la absoluto sosiego de las olas cuando la mar es una balsa.

Echar de menos el mar, un elemento que al vivir cerca de él llega a formar parte de ti
Y luego en tierra chocar con el carácter isleño, cerrado por naturaleza, desconfiado para con los invasores: los 'forasters', sin caer en la cuenta de que la mezcla da brillo, enriquece. La dureza de hacerse un espacio en tierra ajena. Y huir porque no hay sitio para , porque vivimos en una sociedad donde sólo vale el dinero y el interés.

Escucho 'Islands' el último disco de The Mary Onettes, un quinteto sueco, del exquisito sello Labrador y me reconforto en un sentimiento de nostalgia y de levedad. Veo como sus letras me llegan como los rayos de sol que nos brinda el cielo en Palma en una tarde de domingo, un regalo frente a la atrocidad que es una tarde de domingo en provincias.
'Puzzles', 'Dare', 'The Disappearance of my youth', 'God knows I had plans', 'Whatever saves me'...
Pop mayúsculo, cristalino, frágil y delicado. Heredero de The Go Beetwens o de Echo and The Bunnymen.

Mañana me vuelvo a ir de la isla. Por segunda vez, aunque en esta ocasión era una visita fugaz para recoger mi vida en forma de objetos y prendas. Y algo se disipa, algo se va de mí y me abandona para dejar paso a algo aún desconocido. Ya lo decían Dorian, El futuro no es de nadie y cuanta razón tienen

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