martes, 29 de mayo de 2012


Entrevista
STEVEN MUNAR
“Estoy convencido que mi música puede llegar a grandes minorías”




En el fondo todos somos una mezcla. Y unos nómadas. Steven Munar es un mallorquín de madre inglesa, instalado en Barcelona desde hace más de ocho años. Con su música nos lleva por la tradición de la música americana. Cuenta con una larga carrera musical en varias bandas, la primeriza The Walk o con The Tea Servants, con éstos últimos publicó cuatro discos y editó en los sellos Grabaciones en el Mar y en Houston Party Records.
Con su último disco, ‘Break the Rules’ (La Produktiva, 2011) junto a The Miracle Band está cosechando buenas críticas y consiguiendo la atención que se merece. Entre sus últimas noticias destaca su actuación con el Orfeó de Gràcia y hace unas semanas actuó en el bar Sifó del Raval barcelonés dentro de la programación del Primavera Sound en los bares. Esta noche Radio 3 y La 2 de TVE emite su concierto de Radio 3.

¿De qué manera te ha influido que tu madre sea inglesa? ¿Cómo han influido tus orígenes en tu música?
Desde luego es una influencia decisiva; ya desde muy pequeño recuerdo interesarme muchísimo por los discos de mi madre y pasar horas escuchándolos una y otra vez. Dylan, Beatles, Kinks, Sam Cooke y todos los grandes nombres de la década de los 60. El contacto con Inglaterra en mi infancia fue muy intenso, pasando temporadas allí. Recuerdo quedar fascinado por lo importante que era la música para los ingleses, lo interiorizada que tenían la música pop y la facilidad que poseían para crear melodías.

Has estado muchos años viviendo en Mallorca ¿Qué te inspiraba de la isla?
Mallorca es el lugar donde nací y me crié, siempre me ha transmitido calma y luz, el sitio donde refugiarme una y otra vez, donde tantas personas queridas viven; por otro lado y al margen de la imagen más oficialista (la explotación turística, la construcción, la burguesía más carca) es un punto energético muy importante, la espiritualidad está muy presente en ciertos sectores de la población, lo que me es muy inspirador y reconfortante. Un lugar mágico.

“Hay que romper las reglas sobre todo a nivel mental”



Nueva canción "Where is the love" con Juliane Heinemann

Tu ciudad en la última década ha sido Barcelona ¿Qué te ofrece Barcelona?
Barcelona me ofrece todas las posibilidades que una gran ciudad puede ofrecerte (para mí es una ciudad enorme comparada con Palma); miles de opciones, muchos lugares donde tocar, grandes músicos y el poder moverme a otros lugares del Estado o de Europa en furgoneta, etcétera.  Al mismo tiempo es una ciudad mediterránea con el mismo clima que Mallorca lo que hace que me sienta como en casa.

La escena mallorquina es muy pequeña. Todo el mundo se conoce. Has trabajado codo a codo con algunos músicos ¿Qué destacarías musicalmente de Baleares?
El hecho isleño da a Mallorca una idiosincrasia muy particular y concreta y la espiritualidad tan latente en ciertos sectores hace que algunas de las propuestas más ricas y singulares musicalmente hablando del país vengan de Mallorca. Los maravillosos La Búsqueda de Francisco Albéniz, toda una institución en la isla. Su primer disco “La Búsqueda” y su disco de 2004 “Los Penitentes” son verdaderas obras maestras, el fantástico debut de Arantxa Andreu (producido por Albéniz), Jaume Compte u Octavio Cortés (que se retiró de la música hace ya años) son músicos de una calidad exquisita.

¿Dónde quedan The Tea Servants?
Quedan bastante lejos la verdad, sobre todo la primera etapa con Grabaciones en el Mar (1995-1998) con la que muy poco tengo que ver, pero sí creo que hicimos en ese periodo uno de los discos más originales de mi carrera “Police looking after thieves” (1996). Un día de estos lo remasterizo. De la segunda etapa, la de Houston Party (2001-2003), sí que hay temas que de vez en cuando recupero sobre todo del “Travel West” (2003) que es mi disco favorito del grupo. De hecho en mi próximo proyecto está el reinterpretar algunas canciones de los Tea Servants, aparte de canciones inéditas y nuevas.

¿Qué ha cambiado entre The Tea Servants y Steven Munar & the Miracle Band?
Han cambiado bastantes cosas, sobre todo a la hora de enfocar las relaciones con los demás músicos. Ahora es todo mucho más abierto y sin tantos apegos, los músicos van y vienen en un clima de buen rollo y respeto mutuo, lo cual es muy enriquecedor. Eso no quiere decir que con los Tea Servants no lo fuera, pero había más la presión de un proyecto de grupo.
A nivel musical considero que el último álbum de los Servants “Travel West” podría haber sido ya un disco mío en solitario, por el tipo de composiciones y por el acercamiento al folk-rock, que es una característica de los discos que vendrían después. También como cantante creo que hay una gran diferencia, en mis discos de ahora la voz está mucho más relajada.

Dos discos en dos años ¿Estás en un gran momento creativo?
Bueno, sí. Son dos discos editados en dos años, pero la realidad es que entre “The Language of the Birds” y “Break the Rules!” hay más espacio del aparente. Después de la grabación del Language me tomé un año sabático, y dejé reposar el disco. Cuando recuperé fuerzas y con el apoyo de La Produktiva el disco se publicó un año después de haber sido grabado. A un nivel compositivo he seguido mis pautas de tiempo habituales.

¿Hay alguna idea central en tu último disco ‘Break the rules!’?
No es un disco conceptual en plan años 70 ni mucho menos, pero sí que hay temas sobre los que va girando: la espiritualidad, la reencarnación, el amor y el desamor, la rebelión entendida a la manera de Gandhi.

¿Hoy más que nunca tenemos que romper las reglas?
Hoy más que nunca hay que romper las reglas sobre todo a nivel mental, estar preparados para superar las presiones a las que estamos y estaremos sometidos como individuos y como sociedad, y no caer en la desesperanza, en el desasosiego, en el egoísmo exacerbado, porque es eso lo que los poderosos pretenden, atemorizarnos para controlarnos y manipularnos. Ser ético, tener fe, creer en la bondad y el amor es, en los tiempos que corren, romper con las reglas.

Mezclas el jazz de “Together”, el blues de “Took a train”. Hay muchas más sonoridades
¿Querías ir más allá de tu sonido más folk?
Siempre me he considerado un músico de gustos eclécticos, no soy un purista de ningún estilo. Si te fijas, “Language..” es mi disco más americano, ya mezclaba el blues en algún tema como en “Mornin’ Sun” o había guiños al gospel como en “City with no Name” y canciones claramente pop (”And if you want my records”). En “Break The Rules!” como mencionas hay algún deje más jazzie, sobre todo a la hora de buscar dinámicas en las canciones y en el placer de tocar suave para que se oigan todos los detalles. Lo suave vence a lo duro como el agua a la roca (Tao Te King).

‘The language of the birds’ tenía más acento folk, Americana ¿Fue la naturaleza el motor de ese lenguaje?
Pues la verdad es que la composición de gran parte de los temas de ese álbum fue al aire libre; en aquella época vivía cerca del Parc Güell y me iba muchas veces a tocar allí. También coincide con el nacimiento de mi hija Elsa, con lo que supongo que el disco tiene en su conjunto un tono más bucólico.

A tenor de tus letras en Steven Munar parece vivir un luchador, un soñador ¿Cómo enfocas la composición de tus letras?
Sí, creo en la lucha, en el amor y en los sueños. Las letras son la última parte del proceso de composición. Primero empiezo con la sucesión de acordes y la melodía y a ésta adapto la letra, a veces también salen párrafos espontáneamente mientras voy tarareando la melodía. Es una parte a la que dedico bastante tiempo y esfuerzo; la temática viene inspirada por la música y mis inquietudes del momento.

Tu estilo es demasiado especializado para los grandes medios ¿Es la música con acento americano menospreciada en España?
Supongo que no es para las grandes masas, pero hay un público para todos y estoy convencido que mi música puede llegar a grandes minorías. En cuanto al acento americano, hay muchas canciones del nuevo disco que se alejan de él. De hecho, muchos de los nuevos temas los contemplo más europeos y son aquellos en los que predomina la guitarra eléctrica y la española.

¿Hacia adonde se dirige ahora Steven Munar & The Miracle?
Break the Rules! supone un gran avance, ya que nos está abriendo nuevas puertas. El futuro inmediato es la grabación de los Conciertos de Rne3 y, si todo sigue su curso, la edición a finales de año de un recopilatorio con rarezas, tomas alternativas. También habrá movimientos en el seno de la Miracle Band. ¡Es hora de cambios!

jueves, 3 de mayo de 2012

Tormentas / Crítica del directo Remate + McEnroe

Tormentas que lloran tiempos venideros /
Nostalgia de la lluvia que sembraba el horizonte /
Ahora ese caudal sirve de torrente de necedad
A.C







                         Remate




                         McEnroe



Parajes frondosos. Paisajes sombríos

REMATE & McENROE
Jueves 26 de abril de 2012
Joy Eslava (Madrid)

Fecha señalada en el calendario de festejos. Dos grandes bandas presentaban sus últimos discos, que sin duda estarán en las listas de lo mejor del año. Remate jugaba en casa y quizás por ello abrió la noche. Desmenuzó la esencia de “Una araña a punto de comerse una mosca” (Todos Nosotros, 2012), un disco que tiene el don de la exquisitez. Donde los arreglos suenan divinos y las letras nos llevan por lugares de evasión, por parajes poéticos con ese toque soñador y ligeramente surrealista. Escrito totalmente en castellano, saca todo su arsenal compositivo y el poder de la poética cotidiana más tierna (“Suelo estar”, “Su madre está enamorada de Kafka por ejemplo). Le acompañaba una banda potente (Carlos Toronado, guitarras; Ojo, bajo; Pierrot, batería; Marina Gallardo, teclados y corso; Ana Galletero, violín; una viola y una trompa) que resolvía en directo a la perfección.  El único pero reprochable es su voz, Remate tiene una voz particular, que puede llegar a transmitir cierta linealidad y desgana en momentos precisos. Digamos que no es su punto fuerte pero como compositor está a la altura de los grandes. Recuperó de su anterior disco ‘Superluv. Por lo que tiene de romántico’ canciones redondas en castellano como la elegía  “Típico de California”, la delicada “Iris”, la acelerada “Más allá”, la “Por lo que tiene de romántico” o el inmenso sencillo “Gigante” convertido ya en clásico. Resuelto y convincente.
Los getxotarras McEnroe juegan en la liga del slowcore, del post  rock más sombrío, aunque con ‘Las orillas’ (Subterfuge) consiguen dar más luz a su sonido y ofrecer su disco más redondo hasta la fecha. Un quinteto liderado por Ricardo Lezón que ofrece un directo sólido. En sus nuevas canciones el desamor sigue atacando, pero ya no duele como antaño. Empezaron con la lenta cadencia de “La Palma”, donde cita la mítica calle del barrio de Malasaña, y cómo uno puede recorrer las calles del centro de Madrid mientras se hace de día y el amor se crea o se descompone. Canciones que tienen poso de buenos momentos pero con sabor amargo como en “Agosto del 94” o “Vistahermosa”. O de las más desoladoras y entregadas canciones de amor como “Arquitecto” o “La cara noroeste”. Y dice Lezón “Pensé que yo crecería con el amor que yo te daría”  [..] “Yo, yo no soy arquitecto / No sé nada de hacer los cimientos / y tu casa se me hundió”, o “Soy un animal que por ti me muero /.. / Extraña forma de vivir / estar pensando siempre en ti”. Mucho desamor que hay que regar, que limpiar en esa escucha en directo, y dar vida a esas historias que irradian desesperación, sufrimiento, pero en las que se intuye la intensidad de vivir y una luz a pesar del túnel, como en “Las mareas” la más folk del lote. Un directo sobrio pero convincente.  Recuperaron joyas del pasado, de su anterior disco ‘Tu nunca morirás’ (2009) como “Los valientes”, “Los veranos” o la magnífica “Tormentas”, que desatan el fervor del público. Todo suena a cierre de fiesta hasta cuando preguntan “¿Después saldréis, no? Los jueves son las mejores noches siempre”. Los jueves señalan la mitad de la semana, ese punto de inflexión que con McEnroe se tornó por momentos de bajón pero en el que recordamos la belleza de las cosas, y del amor, pese al sufrimiento. Fue aviso de una noche de luna cuarto creciente que aventuraba borrascas para el fin de semana, introspección y en ocasión tormentas interiores.