jueves, 31 de enero de 2013

CINE / Crítica de 'En la casa' de François Ozon






Estrenada el 9 de noviembre de 2012 en España. Puede que mañana no esté en cartelera. Sin embargo, recomiendo verla.





EN LA CASA
Director: François Ozon
Intérpretes: Fabrice Luchini, Kristin Scott-Thomas, Emmanuelle Seigner, Ernst Umhauer

Estrenada en España en noviembre de 2012, la décimo tercera película del francés François Ozon obtuvo la Concha de Oro a la mejor película, premio del jurado y premio al mejor guión de la pasada edición del Festival de Cine de San Sebastián, así como el premio de la crítica del Festival de Toronto. En este caso los premios avalan la calidad de una película que tiene mucha fuerza visual y narrativa. Y no es para menos. Cuenta con un plantel de actores de primera línea. El guión es una adaptación de la novela de Juan Mayorga “El chico de la última fila”, una novela que se nos antoja aguda al plantear el peligro de traspasar el límite entre la realidad y la ficción. 



Un profesor de lengua francesa y literatura, inicia un nuevo curso escolar, aburrido del poco interés de sus alumnos por la literatura y el poco talento de sus escolares por la escritura. Sin embargo, descubre una excepción, un chico que observa desde el exterior pero que ansía descubrir el interior de la vida de una familia (un compañero de clase, su padre y su madre) y como ese deseo lo transforma en literatura. El profesor fascinado, le ayuda a perfilar esas redacciones, a construir el relato. La mujer del profesor, galerista de arte contemporáneo, también juega un papel de testigo externo pero visible. La relación adoptada entre el profesor y el alumno, tiene ese aire del maestro que modela, pero también el rastro del escritor frustrado y de quién no ve más allá de la forma y la estructura, de la ficción y se olvida de la realidad. Su alumno no ha vivido en una familia bien avenida, sino en una desestructurada, y ansía algo parecido a la normalidad, a poder tener una relación cariñosa, a sentirse querido. En él surgen las pulsiones sexuales propias de la adolescencia y ese torbellino de imágenes sensuales y sexuales con la mujer adulta, un mito y el reflejo psicoanalítico de la madre.



El guión está perfectamente hilvanado e hilado, la imagen y la sucesión de planos van creando tensión argumental, tienen ese punto de suspense. El descubrimiento del deseo adolescente, de los amigos cercanos, de los modelos externos, de la familia rota y la modélica, de la escuela normalizadora y cuadriculada, de la frustración con la que cargamos en nuestras vidas. Esas nociones comparten escenario con la necesidad de franquear las barreras, las edades, de manipular y jugar con las personas. Tiene mucho de diabólico ‘En la casa’, de un mundo en el que carece de algo lo busca como un perro rabioso y al querer poseerlo, destroza todo lo que pasa a su alrededor.
Ozon hace una radiografía de una sociedad en proceso de descomposición donde la televisión y la comida basura triunfan, el deporte tiene ese don gregario y colectivo, el arte contemporáneo es para gente de otro planeta. Y retrata una sociedad conformista, metódica y borrega. El plano final bien podría ser una versión del cómic de Ibáñez 13 Rue del Percebe al estilo de Michelangelo Antonioni, o incluso al de Alfred Hitchcock de ‘La Ventana Indiscreta’. Y el desenlace final tiene algo de delirio, de una sociedad, se tambalea entre la depresión y la esquizofrenia, y a veces encuentra el equilibrio.





Trailer en VO con subtítulos en español 





1 comentario:

manipulador de alimentos dijo...

Lo dicen en una escena de 'Dans la maison' a mitad de la película: es una comedia estúpida, todo esto es ridículo. La película de François Ozon es ñoña en su ventana 'voyeurística' (¡ay qué diría el maestro Hitchcock!), un escape apenas maloliente, que ni siquiera satisface al que lo despide. ¡Mejor nos vamos todos a China! Un saludo!!!