martes, 10 de diciembre de 2013

Crítica / Concierto / Música DAUGHTER





COSAS QUE EMOCIONAN A MEDIAS


 DAUGHTER
 JOY ESLAVA (Madrid)
 Viernes 29 de noviembre de 2013


           Tenía ganas de ver a Daughter en directo, porque ‘If You Leave’ (4AD, 2013), su disco de debut, me ha cautivado desde que lo escuché por primera vez. Un disco muy atmosférico, susurrante, con aires de niebla y cierta estela mágica, e incluso con una impronta muy crooner. Es cierto que existen demasiados mimetismos con The XX, y que la voz de Elena Tonra (vocalista y acústica) recuerda mucho a la de Chan Marshall (Cat Power). La música de Daughter se acerca a los paisajes del slowcore de Low o al clasicismo y épica de Sigúr Ros. Y eso ya es decir mucho. La voz y las atmósferas presiden un concepto que seduce.



         El disco tiene algo de maravilla etérea, con voz reveladora. Otra cosa es lo que sucede en sus directos. Reforzados con un miembro más en directo, en forma de cuarteto: el guitarrista Igor Haefeli, el batería  Remi Aguilella y un teclista/guitarrista. Pero la fórmula en directo no cuaja, no aporta nada nuevo a las canciones en estudio. Mencionemos a las bandas con las que las emparentamos. Quién ha visto a The XX sabe que su directo es irregular, como el de Cat Power; no así el de Sigúr Ros o Low. Hay bandas que sencillamente no llegan en directo con la misma intensidad que lo hacen en estudio. Grabaciones logradas que ganan enteros con cada escucha, pierden su esencia en directo porque más allá de las canciones, y de elementos grandiosos (la voz de Elena Tonra tiene gancho), falta algo para que el conjunto consiga magnificarse y engrandecerse. El conjunto queda así algo decaído, y por momentos en su directo uno pierde el interés y la atención. Las canciones brillan a medias, como si faltara esa carne de directo, ese rodaje, esa adaptación de las canciones al directo. Esa magia que tienen los músicos que se creen su papel en escena, y que van más allá de las canciones. Aportando algo más.  Ocurrió que demasiado poder vaporoso acabó por difuminarse.


         Y eso que el repertorio fue de aúpa. Recorriendo ocho de los diez cortes de su larga duración, incluyendo los singles “Smothe”, “Human” y el fantástico “Youth”, más temas del EP ‘The Wild Youth’ (2011): tocaron “Home” y “Love”, muy enigmáticas y en crescendo y la segunda con un toque electrónico; y de ‘His Young Heart’ (2011) la maravillosa “Landfill”. Canciones, estas últimas, con su preciosismo indudable pero quizás con menos pegada que las canciones del disco. Concierto para público moderno y joven, que ha caído rendido ante estas nuevas fórmulas minimalistas de hacer música, que tienen su encanto pero al que le falta mayor convicción en el directo. Como broche de oro, en los bises interpretaron una versión ‘sui generis’ y muy lograda del “Get Lucky” de Daft Punk.