miércoles, 22 de julio de 2015

CONCIERTO / MÚSICA: CAETANO VELOSO & GILBERTO GIL



Conciertazos

CAETANO VELOSO & GILBERTO GIL
Martes 21 de julio de 2015
Teatro Real (Madrid) 


Foto: http://cultura.elpais.com

       El abrazo perfecto entre belleza y maestría

       Gil capitaneó un torrente de música con raíces, con historia y con mucho sentimiento. Caetano fue su hábil escudero.


               Two friends, one century of music. Así se titulaba el espectáculo que venían a presentar Caetano Veloso y Gilberto Gil, dos de los músicos más trascendentales de la música brasileña y, por ende, de la música universal. Aunque el resumen del concierto se puede resumir en una de las canciones que interpretaron: “É Luxo Só”, es un lujo solo. Por la calidad exhibida y el estado de gracia de dos músicos con un talento inagotable; y también por el precio de las entradas, un lujo lejos del alcance de todos los públicos.

            Dos amigos que se respetan, se complementan y se estiman. Que se ceden el protagonismo y se admiran. Una primera mitad del concierto con Caetano como estandarte, Gil haciendo percusiones en la guitarra en la maravillosa “Sampa” y poniendo una sonrisa de disfrute al escuchar a su cómplice. Con “É Luxo Só” Caetano, balanceó los brazos a modo de bailar samba sentado y el buenrollo escénico ya era un hecho. Con “Terra” hizo corear al público. Gustó cantando en inglés con “Nine out of ten”, en español “Tonada de luna llena”, tirando de su falsete y pasando a dos voces, y de italiano con “Come Prima”.  Sorprendió con una magnífica “Odeio” y una exquisita “Super Homem”, alternando voces y estrofas entre Veloso y Gil. Y con la sencillez y genialidad de “Eu vim da bahía”,” Coraçao Vagabundo”.

Ya colaboraron en los 60, en plena creación del movimiento tropicalista dando forma a ‘Tropicália’ (1968). Su segundo parte, ‘Tropicália 2’ no llegó hasta 1990, que contiene esa joya “Desde que o samba é samba”, primer bis de la noche. Caetano estuvo en su sitio pero no deslumbró como el Gilberto Gil, plétorico, hechizado, hechizante. Los dos baianos (naturales de Salvador da Bahia), conquistando Madrid. 

                         

Y es que Gilberto Gil lideró el dueto gracias a una alegría y a un estado de gracia e inspiración deslumbrante. Tocó el violão magistralmente, con brío, tempo y  energía; y luego sacando a su voz matices delicados, matices graves, misticismo, ha. Pero sobre todo una inmensa alegría y gratitud. Nos olvidamos que fue ministro de Cultura con Lula, porque lo que importa es que se transforma en el escenario y se le ve portentoso, inspirado y disfrutando. Su “Não tenho medo da norte” a capella, con la sola percusión de la guitarra, un canto espiritual y religioso, solemne y sentido fue algo grandioso y emocionante. En solo, bordó “Drão”, el bolero “Tres palabras”, “Expresso 2222”, una excelsa “Toda menina” que coreó el público. En la recta final ambos, liderados por Gil, supieron dar luz a cuatro joyas como “Sao João Xangö”, “(Nossa gente) Avisa lá” (de su disco conjunto ‘Tropicália 2’), “Andar com fé” y “Filhos de Gandhi”.  

Luego nos regalaron tres bises (la mencionada y “A Luz de Tieta” inclusive) que hicieron las delicias de un público entregado a semejante exquisitez musical en estado puro. En definitiva, fue un lujo ver al desnudo, sólo con voz e violão a dos de los grandes músicos universales. Esta vez fue Gil el capitán, pero Veloso estuvo a la altura, aunque paso a un segundo plano tras interpretar su repertorio en la primera parte, pero siempre con el encanto de los astros. Todo un gozo de talento, maestría y belleza.




No hay comentarios: