sábado, 23 de enero de 2016

MÚSICA / ENTREVISTA ELLIOT MURPHY





Ayer publiqué en ABC del Ocio, sección de cultura y espectáculos de los viernes del diario ABC, mi entrevista por email con Elliot Murphy, uno de los grandes rcokeros americanos, que también bebe del blues y del folk. Recuerda mucho a Bruce Springsteen, y a Tom Waits en su manera de cantar, pero también bebe de Bob Dylan, Lou Reed y The Velvet Underground, Robert Johnson, Violent Femmes.
Tocó en la sala Galileo Galilei anoche y hoy repite. 
Lo de anoche con su fiel guitarrista Oliver Durand fue apoteósico.
La sala abarrotada, un público con mayoría de cuarentones y cincuentones que jaleaba en todo momento. Murphy y Durand levantaron al público. Especialmente con versiones de Bowie ("Heroes") o de The Beatles ("Twist and Shout").
Dos horas y cuarto memorables.

Aquí tenéis un vídeo que lo refleja



Y os reproduzco la entrevista entera.



‘Aquashow deconstructed’ parece revisitar su disco de debut y los clásicos (El Gran Gatsby, Marilyn).
¿Cuál era la idea principal sobre la que giraba la composición del disco?
La idea principal para  “Aquashow Deconstructed” era dar, a las diez canciones que aparecieron en el álbum original Aquashow’ (1973),  otra oportunidad para ser escuchadas por fans de todo el mundo y producir y arreglar aquellas canciones para el siglo XXI. El disco ha sido producido por mi hijo Gaspard Murphy, que tiene 25 años, la misma edad que tenía cuando grabé el disco original, y supe que en sus manos el disco tendría un enfoque nuevo y fresco. Para mí, cantar las canciones en la grabación en el estudio después de todos estos años dio a las letras un significado totalmente diferente.


¿Qué ha cambiado entre ‘Aquashow’ y ‘Aquashow deconstructed?
Todo ha cambiado en mi vida y en mi carrera porque he vivido en Europa estos últimos 25 años y continúo girando alrededor del mundo-incluso hasta regresando a Japón por tercera vez este pasado verano. Cuando publiqué mi primer disco ‘Aquashow’, era un artista local de Nueva York, y el disco sólo estaba disponible en vinilo ¡Desde entonces hemos pasado por el cd y ahora el ‘streaming’! Quería que esta nueva versión de m i primer álbum fuera global y marcara el final de una cierta época de mi carrera y liberarme para moverme hacia la siguiente.
“Aquashow” todavía es un desvarío para los críticos y hace 40 años desde que se editó. Sólo hace unos pocos años la revista musical inglesa Uncut lo denominó como álbum clásico.
Estoy contemplado mi próxima etapa y el próximo disco, incluso no estoy seguro que será. He conseguido almacenar tanta música dentro de mí que quiero sacarla y hacerla pública. He pensado en hacer una ópera rock, algo con una historia coherente o un disco doble muy acústico con Olivier Durand y Gaspard. Tengo unas 24 canciones preparadas. Fue una experiencia muy catártica grabar ‘Aquashow’ de nuevo y me dio la libertad para ponerme en marcha.

¿Es el rhythm n’ blues esencial en su sonido?
Depende de lo que entienda por rhythm and blues (R&B). No me consideraría a mi mismo un cantante de R&B al uso aunque todavía  canto “Shout” (un rhythm and blues clásico de los Isley Brothers) casi cada noche. Aprendí mucho de la composición escuchando las grabaciones de R&B de la Motown y Stax (nota del periodista: sellos míticos de música negra) de los años 60 cuando crecía. Pero me influyó también el folk y el rock e incluso el blues más puro. El ritmo es un ingrediente esencial en cada canción que canto, incluso si es una balada lenta y supongo que hay una cierta tonalidad blues en mi voz incluso si es un blues de clase media blanca.

¿Cómo quiere sonar ahora?
¿Pretende sonar áspero, potente y por otra parte íntimo, tartar sonidos delicados y conectar con los oyentes?
No pretendo hacer nada cuando estoy en el escenario. Dejo que mis canciones me dirijan a mí y al público a un cierto lugar emocional. Puedo encontrar a mis oyentes y buscar un lugar común en el que quedarnos. Hay una química mágica que toma lugar en casi cada concierto y dependo de esa alquimia para llevarnos a algún lugar más elevado. Algunos llaman a mi música folk / rock pero diría que también por el otro lado  rock / folk porque el poder del rock es la energía que empuja hacia delante a mis conciertos.



Ha estado colaborando varias veces con Bruce Springsteen ¿Qué supone trabajar con alguien como él?
He conocido a Bruce desde 1973 y ambos crecimos en la costa este de los Estados Unidos. Tenemos la misma edad y fuimos influidos por mucha de la misma música que sonaba en la radio en esa época. Fue una época dorada de la música con todo, desde The Beatles a The Beach Boys en la radio todo el tiempo. También, a ambos nos llamaron “el nuevo Dylan” a los inicios de nuestra carrera, lo cual es irónico porque no creo que ninguno de los dos suene realmente mucho como Dylan. He cantado con Bruce en el escenario por toda Europa y el cantó en “Everything I do (leads me back to you) en mi disco ‘Selling the Gold’ (1996) y también tuve el honor de tener a Patti Scialfa,  la talentosa mujer de Bruce, cantando en “I am empty” del disco ‘Elliot Murphy’ hace unos años. Cada vez que veo a Bruce en concierto aprendo algo. Es sin ninguna duda el mejor interpréte de mi generación.

Dedicó un álbum en 2009 a Bob Dylan, tocando sus canciones. Bob Dylan, The Velvet Underground, Violent Femmes, Elvis Presley aparecen en sus escritos ¿Son esas sus principales influencias? ¿También  Springsteen? ¿Quiénes más?
Tendría que empezar la lista de mis influencias con Robert Johnson,  el gran bluesman de 1930 pero también me influyeron algunas melodías de Broadway y el revival folk revival de comienzos de 1960. Dylan y Lou Reed son dos compositores muy originales y ambos me enseñaron a ser yo mismo dentro de mis canciones y mis letras. Y como John Lennon dijo, ¡antes de Elvis no había nada! 

‘Justicia poética’ (originalmente publicada en 2006 y en España en 2014 por Tropo) es una novela del oeste con personajes históricos (Bob Ford, Theodor Roosevelt and Walt Whitman). Esta novela ha estado inspirada en las películas de John Ford y Sergio Leone.
¿Por qué eligió esa temática?
Justo anoche en mi habitación de hotel de Murcia veía un western,  Luna comanche’ en mi ordenador. De cuatrp horas, y me encantó. Caí en las películas del oeste cuando era niño, especialmente las de John Wayne y después las películas de Clint Eastwood. Pero nunca leí demasiadas novelas del oeste, con la excepción de Cormac McCarthy que realmente me inspiraran. Quería que ‘Justicia poética’ fuera una novela con un amplio marco y ocasionalmente con personajes reales. Afortunadamente, algún director hará una película de ella algún día ¿Quentin Tarantino me estás escuchando?



¿Qué cosas le llaman la atención de los western?
Lo relaciono con la búsqueda y la vulnerabilidad desesperada de aquellos que vivieron sin leyes en el oeste después de la guerra civil. Siendo un músico de rock and roll que está siempre en la carretera no es muy distinto de estar fuera de la ley salvo que llevamos guitarras en ligar de armas. El personaje principal, Pequeño Joe, tiene una tragedia cuando es un niño que le convierte en un asesino pero él siempre amó la poesía de Walt Whitman. Intenté crear personajes complejos pero temas simples: justicia, venganza y redención. Mi editor español, Tropo, tuvo la idea de incluir un cd en el libro así que escribí tres nuevas canciones para como una banda sonora del libro. La primera vez que se ha hecho,  creo.


¿Qué representa la literatura en su vida? ¿Y la música?
Me influyeron a temprana edad muchos escritores como F. Scott Fitzgerald, John Steinbeck y Jack Kerouac. Y como siempre digo, la literatura es mi religión y el rock n’ roll mi adicción. Necesito ir a un lugar tranquilo e introspectivo donde la gran literatura nos lleva y todavía necesito la energía extrovertida de la música. Ahora mismo estoy trabajando en la siguiente novela a ‘Justicia poética’ (en inglés editada en 2006, en España en 2014 por Tropo) llamada ‘La Grisette’ que es una historia de la hermana de Petit Jean. Y también tengo una serie de novelas de rock n’ roll- Marty May, Diamonds by the yard y Trampas). Creo que mis novelas son mi manera de conservar un diario.

Ha escrito sobre música en las revistas Spin y Rolling Stone magazine y en el libreto del disco directo de The Velvet’s Underground 1969, y sobre Violent Femmes.
¿Se considera como un periodista musical? ¿Cómo ve el estado del periodismo musical hoy en día?
No me considero un periodista porque nunca podría escribir una crítica negativa de otro artista. He entrevistado a Keith Richards y Tom Waits y fue muy divertido y he escrito en los libretos de dos bandas que adoro, The  Velvet Underground y The Violent Femmes, y me gustaría hacer más de ambas cosas. En estos tiempos el periodismo musical está en importancia pero hubo un tiempo en 1970 cuando en el negocio musical se leía cada palabra que los críticos escribían. Pero hoy hay demasiada información sobre la música en internet que el papel del periodista se ha perdido y las buenas críticas no influyen en las ventas para nada. Creo que estamos en una época de las biografías rock y he leído algunas muy buenas sobre Tom Petty, Chrissy Hynde  y Sam Philipps (que descubrió a Elvis). El próximo paso sera la novella rock ‘n roll, ¡y ahí es dónde espero dejar una marca inmortal como Cervantes!



 El documental ‘The Second Act of Elliot Murphy’ dirigido por Jorge Arenillas viene de recibir el premio del público en el festival de cine documental de San Sebastián Dock of the Bay. Un pequeño éxito en el segundo acto, ¿no?
¿Cómo has sido la experiencia de filmarlo?
Primero de todo, fue un honor que Jorge eligiera dedicar estos años a hacer una película sobre mí. Intenté ayudarle en todo lo que pude, encontrando material antiguo etcétera. Pero el concepto de la película está en la cita de F. Scott Fitzgerald “No hay segundos actos en la vida de los americanos” la cual trajo el título e hizo que viniera a mí.

¿Lo siente como un tribute a usted, otra forma de éxito?
El éxito en el negocio musical lo mido por sobrevivir y pienso que cualquiera tendría que admitir que he sobrevivido. La primera vez que vi la película, en el festival In Edit de Barcelona, el pasado octubre y fue una experiencia emocionante, viendo mi vida pasar en la pantalla y delante de mí. Cuando el público dio una ovación y se puso de pie, con Jorge y conmigo de pie, se me derramaron las lágrimas por las mejillas.
¿Piensa que como Scott Fitzgerald ‘No hay segundos actos en las vidas de los americanos’?
Soy la excepción a la regla pero tuve que mudarme a Europa para hallar mi segundo acto. Las carreras no pueden ser olvidadas en Estados Unidos en un tiempo corto pero estoy agradecido a todo lo que mi país me dio. Si no hubiera alcanzado un éxito inicial en Estados Unidos. No habría sido capaz de continuar en España como lo estoy haciendo ahora. F. Scott Fitzgerald debería haber parado de beber y mudarse a París para tener su propio segundo acto.


¿Desde cuándo vive en París?
Me mudé a París en 1989, en el 200 aniversario de la Revolución Francesa. Había aviones volando sobre mi apartamento y grandes fiestas y ceremonias en toda la ciudad. Era muy simbólico.
¿Se considera un europeo o un francés?
París es mi ciudad pero Estados Unidos es mi país. Las raíces de mi cultura son del siglo XX de los Estados Unidos, pero también tienen un poco de Europa como de Cervantes y Rimbaud. Como los románticos estoy siempre luchando contra los molinos.

¿Cómo ve la evolución de su país (política, música y cultura)?
Estados Unidos está cambiando constantemente en muchas direcciones al mismo tiempo. Hay más de 300 millones de habitantes viviendo allí, y obviamente no están todos descontentos. Obama fue el mejor presidente que jamás hemos tenido y estoy orgulloso de haber apoyado su elección. El rock n’ roll ha perdido mucha de su importancia pero tengo esperanza en que volverá para un renacimiento. Pero ahora hay muchas películas de cine independiente que vienen de Estados Unidos y hacen más ruido que los estrenos de los grandes estudios. Un periodista japonés describió Estados Unidos como un faro que puede mirar lejos en el océano pero que no puede verse porque está escalando en sus propios muros. Pero el hecho es que la cultura estadounidense puede cambiar tan rápido que ha dado mucho poder con muy poco peso en la historia para pararse y detenerse.


¿Cuáles son las cosas que dirigen su vida, su filosofía de vida?
Intento ser agradecido por todo lo que hago, por el viaje que mi música me ha llevado, por la maravillosa y talentosa gente como mi guitarrista Oliver Durand con el que trabajo. Desde luego, nada es más importante que mi familia y cuando mi hijo era muy pequeño y pasaba una semana lejos de él en la carretera era muy doloroso. Pero no puedo quejarme. Nadie tiene una vida fácil y la mía es más fácil que muchas. Así que estoy esperando para ‘El tercer acto de Elliot Murphy