La vida es búsqueda. Ensayo y error. Quién no lo crea así es
que no ha vivido en este planeta. La ficción nos lleva por el imaginario, nos
entrega al poder de otras posibilidades. Es el plano creativo necesario para
poder desconectar de la realidad por momentos. Los documentales tienen ese
punto de enganche con la realidad más dura, más pura, más sincera y más
implacable.
En la gran pantalla hay documentales que transmiten historias
singulares, que tienen fuerza sólo por lo que les rodea. Y es que el documental
‘Searching for Sugar Man’, dirigido por Malik Bendjelloul, posee todos esos
ingredientes en buena dosis. Más allá de lo evidente que resultan los premios,
-aquí lo de menos es si fue premiada con el Óscar 2012-, lo que hay es una
historia digna de ser contada: Sixto Rodríguez, un hombre de clase baja que
trabajó de obrero en la construcción y en reformas, un luchador, un
superviviente, que fue músico, publicó dos discos grandiosos ‘Cold fact’ (1969)
y ‘Coming from reality’ (1971) en el sello Sussex records, un subsello de
A&M, pero que no consiguió ningún
éxito en los EEUU. Sin embargo, sus discos fueron de culto en Sudáfrica como
proclama de libertad frente al Apartheid. Unas letras de una persona que vivía
intensamente, que se implicaba por la comunidad, que trabajaba de lo que podía
en Detroit y que salía adelante. Hay historias grandes de gente que a priori
parece irrelevante o intrascendente, pero no. Esas pequeñas historias que nos
hacen creer en las personas, en que hay gente que nos inspira, que nos transmiten
valores por los que seguir luchando cada día.
El documental posee la fuerza de la imagen, de los
testimonios de sus productores, de sus hijas, de compañeros de trabajo y de
aquellos que le conocieron. De los sudafricanos (periodistas, melómanos o
propietarios de tiendas de discos) que quisieron indagar en su historia. En
Sudáfrica se creyó que Rodríguez murió suicidándose en un escenario. La
realidad hizo que un periodista y un melómano lo localizaran y consiguieran una
gira triunfal de Rodríguez de seis fechas en 1996, con llenos absolutos.
Lo grandioso de aquí es la vida humilde de una persona con
talento musical, con canciones y con historias que contar. Alguien humilde, sin
grandes pretensiones, pero que ha sabido transmitir libertad, vida, lucha
(incluso se presentó a la alcaldía de para intentar transformar lo local). Te
encontramos Sugar Man. Tu música sigue viva, conectando con la gente.