El cantante y líder de
la banda británica Pulp, Jarvis Cocker, presentó en Madrid su primer libro
‘Madre, hermano, amante’
Por Andrés Castaño
Quién conoce a Pulp sabe que no es un grupo anodino, marcó
un punto y aparte en el britpop. Tres de sus discos ‘His n’ hers’ (1993), ‘Different
Class’ (1995) y ‘This is hardcore’ (1998) son historia de la música popular
universal. Sus letras basadas en temas muy cotidianos contenían destellos
literarios. Y esa fue la excusa para que la flamante editorial Faber and Faber
editase una selección de sus letras, escritas por el cantante Jarvis Cocker con el título de 'Madre, hermano, amante' (sin la potente rima del inglés "Mother, Brother, Lover").
Unas letras que relatan una evolución personal, pero que también sirve de
relato generacional con su mirada social y su reflejo de la evolución histórica
de Inglaterra en los últimos treinta años. Tiene referentes a lugares de
Londres y su Sheffield natal, pudiendo ser una guía de lugares en algún caso. Una
selección de las mejores letras de Cocker, en edición bilingüe. Pero lo valioso
de esta edición se encuentra en sus notas finales, apuntes de cada canción y en
la introducción escrita por el propio Cocker.
“Es
lo más cercano a una autobiografía que puedo llegar a hacer. Todas las
canciones están basadas en hechos que han ocurrido en mi vida” declaró Jarvis
Cocker en una rueda de prensa realizada en Madrid. El músico británico cuenta
con un carisma especial, sabe seducir al público no sólo en el escenario,
piensa lo que dice, sabe captar la atención, tirar del humor inteligente y
lanzar alguna perla, lo demostró mientras dialogaba con la editora de Mondadori
Mónica Carmona. Cocker también firmó
ayer ejemplares de su primer libro en un conocido espacio cultural del centro
de la capital.
“Lo que más me atrae de escribir canciones es introducir
hechos cotidianos”, por eso una de las canciones más destacadas y exitosas de
Pulp es “Common People”. El espacio ha sido mencionado en varias de sus letras,
porque cuando tenía cinco años vio al hombre en la luna y soñaba con vivir en
el espacio. “Uno tiene algunas ideas descabelladas que provienen de la infancia”.
Comentó los problemas de ego de las bandas de rock. “Donde
los artistas aparecen como afectados y quieren tomarse en serio sus letras. Las
letras de las canciones aparecen en el libreto con la configuración de un
poema. Pero las letras de canciones no son poesía, sirven a la música, no al
lenguaje”. Y hizo un canto al toque personal del artista “Lo peor de un
artista, creativamente hablando, surge cuando uno no dice lo que piensa, cuando
no acude a lo personal. Es entonces cuando se cometen los peores delitos”,
apuntó Cocker con ese humor flemático inglés que le caracteriza.
En un alarde de humildad reconoció haber descubierto a
muchos autores clásicos tarde porque se centró más en escritores del momento. Recientemente
ha leído a Ernest Hemingway. Y luego matiza que cambia tu punto de vista sobre
la idea que se expande de un artista hasta que no lo conoces de primera mano. “Es
el problema de la vida moderna. Uno piensa que sabe de las cosas por la sobre
información que tenemos. Pero en realidad a uno le llegan opiniones de segunda
mano, un eco de los hechos reales”.
“Siempre hay descartes, canciones malas, estúpidas, idiotas.
En este libro he intentado eliminar o descartarlas. Muchas letras que no
utilicé en un disco las reconvertí y pude utilizarlas en otra canción de un
disco posterior”. Lo cierto es que al revisar las letras para elaborar este
libro Cocker le ha reconfortado comprobar “que habían envejecido bien las
letras”. Como siempre decía una nota en los libretos de los discos de Pulp, Cocker alerta “No recomiendo leer las letras
mientras escuchas las canciones, es malo para la salud”.
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