5 DE OROS
Nos queremos poco. En España parece
que se ve mejor lo de fuera, lo anglosajón, lo foráneo, como si esa procedencia
fuera categoría de calidad. Es como si fuera mejor un jamón de bodega, que un
jamón de bellota. Y luego está la vorágine de festivales, el público que se
queda con los nombres grandes, los clásicos, los festivales que tiran de viejas
glorias y nuevas bandas que son puro hipsterismo. La dinámica suele ser
siempre la misma: giran y giran, en modo casi ad eternum, prácticamente
los mismos nombres en un abanico de 30 a 50 bandas. Por supuesto que hay
festivales en los que lo local y las bandas de aquí se cuidan mucho, pero suele
ser la excepción (Contempopránea, Sonorama, Monkey Week, Ruidismo, Palencia
Sonora, y en buena medida Tomavistas, Vida, Sin Sal y algunos más). Se echa en
falta la diversidad y el apoyo a bandas muy profesionales que no tienen cabida
en los circuitos de salas y de festivales.
Los festivales copan la
temporada estival. El que firma esto prefiere el circuito de salas, aunque haya
festivales con solera y que se salen de la tendencia mayoritaria y aburrida.
Porque en esos clones de festivales predominan los valores seguros. Las bandas
foráneas o las bandas consagradas por nuestros lares. Echamos de menos los
descubrimientos, los riesgos del promotor melómano, movido por la pasión más
que por los beneficios. Me seduce la amplia gama de colores del panorama
musical pero no veo el reflejo en las agendas. Salvando excepeciones. Y
reconozco que cada vez hay más cosas. Pero prima más el postureo, los followers en redes sociales, que la calidad de
las propuestas. Nos olvidamos de las esencias. Y eso perpetúa la mediocridad.
Revisando en un pasado
reciente encuentro cinco propuestas (dos de aquí y dos de allí) que han pasado
desapercibidas. Y que merecen atención. Por un lado, el artista mallorquín Petit
con 'The Eternity and the mirror'
(Autoeditado, 2018) un disco de finales de 2018 que suena a gloria. Con
influencias muy estadounidenses pero con una atmósfera muy mediterránea
¿Influirá el ritmo mallorquín, la calma? Y que por eso recupero. Joan Castells,
el ideólogo que se esconde tras Petit, recupera ese sonido pop de Chicago (de
bandas como Tortoise o The Sea & Cake), rezuma arreglos jazz, tiene algo de
brisa mediterránea de folk local con esencias universales. Maravillas como
“Magpie”, “Hang On” o “Countdown” merecen un lugar en el altar de las canciones
grandiosas. Petit no es un recién llegado, tiene dos discos anteriores ‘Llenya
Prima’ (2014) y ‘Loveshines Firefly’ (2012) y un EP ‘The BlackBird Daisy’
(2010).
Santi Campos editó en junio un disco
doble ‘La Alegría vol. 1’ y ‘La Alegría vol.2’, ambos discos
publicados por Rock Indiana. Un disco digno de figurar entre una sección de
destacados, por su capacidad para resarcirse con la música, y con la vida.
Su honestidad es brutal. Campos tiene
una larga trayectoria, ya fuera con Malconsejo o con Amigos Imaginarios, y como
músico que despliega un cancionero agitado. Con canciones que exhiben poderío e
intimidad, según el momento. Bebe de la mejor tradición musical anglosajona y
de aquí (léase Los Enemigos, o Josele Santiago y Fino Oyonarte en solitario, o
José Ignacio Lapido). Tiene ese nervio rock y en contraste una vena intimista
muy brillante. Además compagina guitarra y piano / teclado, lo que da amplitud
de miras a su manera de escribir. Su voz es personal, un timbre muy de crooner,
quizás sea lo que podría trabajar y reluciría aún más. Pero desde luego está a
un nivel compositivo muy alto y aún puede aportar mucho más.
Paul Zinnard publicó en agosto su último disco ‘Superfin’, quizás un disco más sosegado
frente a anteriores trabajos. Recordamos hit singles como “Can’t Shine Tonight”.
También cuenta con larga trayectoria como músico. Tanto en su Palma Mallorca
natal, tocando en clubs de jazz, como músico en eventos o en hoteles, o
componiendo música para publicidad (jingles). Formó The Pauls, y luego su
propio sello Two Mad Records. Lleva publicados 5 discos en solitario desde 2011.
Lo último ha sido el EP de 4 temas ‘Superfin’. Practica un rock muy americano,
con tintes folk y americana. Ejecuta a la perfección baladas como “Ticket to
the West”, “Better Days Ahead”, medios tiempos con nervio más festivo como
“Juice in the Mix”. Combina guitarras y teclados, hammond. En un resultado
brillante. Un artista que suena a clásico, a añejo, pero que refresca por su
buen hacer y por sus diferentes trayectos.
Charles Lavaigne, un dominicano afincado en Madrid desde hace una
década. Sobre todo muy arraigado al barrio de Lavapiés. Donde cuenta con una
buena tanda de seguidores, ya sean disqueros de Bajo El Volcán, realizadores
audiovisuales, taberneros de La Aguja o quien se precie. Publicó el 24 de junio
‘Zafa!’ (Autoeditado, 2019) en versión digital y en vinilo. Producido por
Israel Marco (ex Cuchillo y Viva!) consigue un resultado robusto, imponente. Un
disco que muestra la amplia paleta de colores y estilos que discurren en el
universo de Lavaigne: desde el rock clásico, hasta el folk, la psicodelia o la
canción sudamericana con raíces. Su timbre de voz y su dicción en inglés son un
valor potente. Su carácter impregna un toque genuino que busca su propia
identidad. Algo único. Lavaigne ya ha publicado tres discos anteriormente: ‘Tales
of Image and Imagination’ (2016), ‘Songs of Carlos Aguinaldo’ (2014) y ‘The
Birdfish’ (2013), con resultados notables.
Y también en el ámbito
internacional nos topamos con Erik Sjøholm. Un finés que reside por temporadas en Madrid. Con un cruce entre
funk, folk y pop. Tiene una paleta de sonoridades amplia. Una voz muy versátil
y con gancho. Pero sobre todo compone con mucha clase y buen gusto. Sus
composiciones brillan. Mañana viernes
estrena “We Are One” su nuevo single, una balada en la onda de Jeff Buckley,
Eddie Vedder o el mismísimo Georges Harrison. El viernes 18 de octubre lanzó su
anterior single “Dream True” un bombazo
funk. Que se merece éxito y repercusión. En un cruce entre Pharrel Williams,
Beck y The Roots. Este año también lanzó dos singles más, la muy soul “In The
Beggining” y la deliciosa balada “Midnight Sun” junto a Mistasy. Tiene
publicado un disco, 'Walkabaout' (2016), y un directo 'Live Concert, Walkabout
Tour' (2017). Además de los sencillos “Anam Cara”, “Mystery(Live)” y “La
Latina” dedicada al barrio madrileño.
Sonidos jugosos para mentes que quieren descubrir otros universos cargados de talento y creatividad.
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