lunes, 31 de enero de 2011

El arte de bloguear

Hace dos sábados publiqué este reportaje en el ABC Cultural.
La relación entre blogs y arte contemporáneo, dentro del ámbito castellanoparlante.
Un tema que desarrollaré en la tesina del máster en Periodismo que acabaré en Junio de 2010
http://www.abc.es/20110122/cultura-arte/abci-arte-bloguear-201101211649.html
Cuando hace tanto que no publicas un reportaje tan extenso hace ilusión verlo.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Restos de una entrevista con José Carlos Llop




Demasiado tiempo olvidado de mi bitácora. La realidad y las obligaciones me secuestran mi tiempo. Pero siempre hay mucho por narrar, contar, de lo que informar, de lo que escribir... Sobran las ganas, falta el tiempo.

En lo sucesivo pretenderé ofrecer mi visión de la realidad (la que me rodea, la imaginaria y la posible) pero también aprovechar lo no publicado. Y dirigir este blog a la información cultural, a la crítica cultural, al género periodístico. No quedarme únicamente en el diario personal, un elemento de discurso válido, pero que puede optar a más. Verán los resultados más adelante.

A continuación incluyo las preguntas descartadas de un artículo que publiqué en El Duende de Madrid en su número de Junio de este año. Se trataba de una entrevista al escritor mallorquín José Carlos Llop. Un escritor con gancho literario y siempre algo que decir.


‘En la ciudad sumergida’, es un título muy evocador. ¿Es cierto que ha existido una Palma desconocida para muchos, una Palma ‘underground’ o al margen de esa imagen turística e ideal? ¿Había que rescatar esa época?

JCLL: Toda época tiene su tiempo y no hay más rescates que los literarios, pero esa Palma existió. Entre otras, aunque no disimulada; nuestro aspecto físico -desde el pelo a la vestimenta- llamaban la atención. O sea que no fue tan subterránea. Eran los 70 y a mi ciudad llegaron en su momento, con precisión cronológica; no más tarde como en otras ciudades del interior. Piense tanto en el turismo como en la cercanía de Ibiza.

¿Cree qué Mallorca ha ejercido una gran influencia sobre ciertos creadores?

JCLL: Supongo que sí. Ahora pienso en Graves y en un pintor hippie llamado Matti Klarwein, que fue quien ilustró el álbum de Santana, Abraxas; en él aparece la cala de Deià. Pero la lista sería infinita.

¿Qué queda en la actualidad de esa Palma de Mallorca que retrata?

JCLL: Queda mi libro, desde luego. Y queda su memoria y su luminosa sombra. Pero le puedo asegurar que si quedaran más cosas, no habría escrito ‘En la ciudad sumergida’.

¿No produce cierto reparo escribir sobre la tierra de uno? ¿Se identifica de alguna manera con lo que retrata?

JCLL: Nunca he escrito un libro que no sintiera la necesidad de escribirlo. O sea que la identificación está ahí. Eso sí, reparo, reparo, no produce ninguno. Todo puede decirse si se dice bien.

¿Qué son para usted las islas? ¿Cómo describiría Mallorca a alguien que nunca ha estado allí?

JCLL: En ambas cuestiones le diría, perdone, que leyera ‘En la ciudad sumergida’. El libro lo describe mucho mejor de lo que yo pueda hacerlo en una entrevista. Comprenderá que si he necesitado 350 páginas.

¿Cree que existe una literatura de ‘islas’ o sobre islas? Marcada por el hecho de vivir una isla. (Me viene a la memoria el librito ‘La isla’ (Minúscula) de Giani Stuparich)

JCLL: La literatura inglesa es una literatura insular y mire usted qué gran literatura. Todo determina, claro, y la geografía también.

¿Cree que se echa en falta esa época de los 60 y 70, Gomila, La Lonja?

JCLL: No, nada se echa en falta. Se disfruta o se padece cuando ocurre y después ya es otro tiempo. Pienso que la nostalgia es un error, con permiso de Vilallonga. Mi libro es memoria de la ciudad, pero lleno de vida; no de lamento por lo perdido.

¿Qué isleños (visitantes, residentes extranjeros..) considera fundamentales para entender el mundo actual?

JCLL: El mundo actual no se entiende por el hecho de ser insular o no. Ni por ser de una ciudad ú otra. El acelerador de partículas o esa célula sintética recién creada, nos definen mucho más que cualquier paralelo o meridiano.

domingo, 6 de junio de 2010

LAS PALABRAS Y LA VIDA


Pasó el invierno y llegó la primavera.
Y el tiempo se me vino encima y perdí mis palabras por el camino.
Vuelvo en época de ocupaciones varias, de vacíos permanentes, de vueltas al pasado, y recuerdos turbios. Vuelvo porque no puedo perder las palabras, porque perder las palabras es perder la vida.

El tiempo pasa y a veces te deja helado, pero he recuperado el calor, porque no puedo morir de congelación. No. A pesar de vivir en un glaciar, helado, lento de movimientos y apoderado por el silencio. Un silencio demoledor, a veces tan rotundo como categórico, que me aplaca, que anula mi voluntad y que me impide pronunciarme.

Pero necesito este espacio para volar, para publicar lo que no me dejan publicar en otros medios.
Porque el que escribe necesita ver que sus palabras vuelan, aunque se queden en el aire y se las lleve el viento.
Así que esta bitácora tomará un lugar entre el periodismo, el diario, la escritura automática, la poesía y otros géneros 'degenerados'.

Retomar. Recomenzar. Reset. On recommence?

Vida, bebe mis palabras y llévalas al mar, al río, al afluente, a la charca o a la alcantarilla. Pero llévalas a alguna parte.

jueves, 24 de diciembre de 2009

¿FIESTA?



TRAS LA FIESTA
Sólo palabras.
Voces que retumban,
y que rompen el vacío.
Ese pequeño espacio que ocupamos,
que compartimos
con la mirada puesta más allá,
porque flotar es revelador.

jueves, 10 de diciembre de 2009

VILLA TRISTE




Modiano tiene algo especial en su manera de narrar. Es un verdadero escritor ilustrado a la antigua usanza, como estilaban los escritores de finales del siglo XIX y principios del XX. Gusta de las descripciones detalladas. Recrea los lugares de tal manera que parece que los respiras. Su verbo se desliza por paisajes, perfila a los personajes a su manera para entregarnos una atmósfera psicológica. Maneja a la perfección el pulso narrativo y sabe medir los tiempos, la tensión. Todo tiene un halo entreabierto, desvela pero oculta, su prosa pasa sigilosamente y nos embauca.
En 'Villa Triste' la memoria nos devuelve al pasado, o lo que pudo ser y a lo que fue. El protagonista habla en primera persona del verano inolvidable que pasó en una población francesa de los Alpes, muy cercana a la frontera con Suiza, en la época que Francia combatía en Argelia. Y de su amigo René Meinthe y su chica Yvonne Jacquelet. Viviendo entre el lujo y la indefinición, disfrutando porque no se sabe donde acabará uno. El recuerdo pesa pero nos abraza.

"A mí que había soñado con nacer en una ciudad pequeña de provincias, no se me alcanzaba que alguien pudiera renegar del lugar de la infancia, de las calles, las plazas y las casas que constituyen el paisaje primero de cada cual. Sus cimientos. Y que alguien pudiera no regresar a él con el corazón palpitante" (Pág. 155-156)

"Las habitaciones de los hoteles de lujo dan el pego durante los primeros días, pero no tarda en desprenderse de sus paredes y de sus muebles mortecinos la misma tristeza que de los hoteles de mala muerte. Lujo insípido; olor dulzón de los pasillos, que no consigo identificar, pero que debe de ser el mismísimo olor de la inquietud, de la inestabilidad, del destierro y de la pacotilla" (Pág. 158)

Todo fortuito y levemente azaroso. El devenir o como las cosas llegan porque sí.

sábado, 7 de noviembre de 2009

El pop en español encandila (¡porque sí!, porque lo vale)

Parece ser que la música que escuchamos nos define, la tarareamos (cuando disponemos de esa capacidad, algunos (yo me incluyo) somos un poco inútiles en hacerlo bien), nos traspasa la piel, y la hacemos nuestra.

Anoche en La Riviera observando desde cierta altura a las más de 2.000 personas enfervorecidas, que llenaban (sin abarrotar) la sala, como jaleaban, bailaban, botaban, alzaban las manos,..
Pensaba en la sensación de satisfacción y de comunión que tiene que tener el creador por tal reconocimiento, porque el respetable coreé sus canciones, se identifique con sus historias. Una gratitud infinita porque lo que engendraste llegue a los demás e incluso se instale en sus vidas como referente o como un estímulo, un reflejo de sus vidas..
Lo que puede parecer increíble es que el público entregado estaba viendo a una banda estatal, Love of Lesbian. Parece que las bandas minoritarias empiezan a abrirse un hueco.
Y ¿por qué no?, lo merecen tantas bandas.
Canten en español (grandes los recientes discos de Tórtel, The New Raemon, Joaquín Pascual, Parade, Joe Crepúsculo, entre otros y con ganas de novedades de El Guincho, Bla o Extraperlo) o en inglés (Delorean, Layabouts, The Sunday Drivers, Tokio Sex Destruction, L.A), y también en catalán (Manel, Joan Miquel Oliver, Marcel Cranc, Mishima..) y en euskera (Anari, Ruper Ordorika, Jabier Muguruza), (en gallego también habrá pero desconozco la escena autóctona), y todos ellos merecen nuestra atención.
La cosecha propia tiene sus productos de crianza y de reserva, ricos en color, radiantes en oído y deliciosos al paladar. Y merece su premio. Que vosotros vayáis a sus conciertos (y los llenéis), incluso que compréis sus discos (su merchandising), es la mejor recompensa (y merecida) que podéis darles.
Porque lo nuestro merece la pena. Miremonos de vez en cuando al ombligo y luego con orgullo sigamos hacia delante.

Love of Lesbian (LOL) con '1999' (2009), su sexto disco, ha logrado llegar a más gente. Un reconocimiento a su tesón, a su lucha y a su continua búsqueda (tres primeros discos en inglés, los tres últimos en castellano).
Si lo merecen grupos noveles como Vetusta Morla o Russian Red ¿por qué no va a ser el caso de grupos con una trayectoria más larga?

LOL: Impresionante solvencia y unas tablas logradas por un grupo curtido y lleno de canciones redondas

tremendo videoclip (entre otros)

en conciertos on-line en directo

o en acústico


Hasta Ivan Ferreiro se rinde ante LOL y les versiona

jueves, 22 de octubre de 2009

El conformismo nos acecha



El miércoles pasado leyendo la brillante columna habitual de Enric González, me dí cuenta de que el conformismo nos acecha y puede llegar a anular nuestra voluntad de cambio hasta límites insospechados. No podemos dejarnos caer en la pasividad.

Recuerdo una asignatura de libre elección, de nombre largo y pretencioso pero con chicha argumentativa, que cursé en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, 'Las estructuras ideológicas del conformismo social'. El profesor que la impartía era un pensador contundente, el sociólogo Marcos Roitman, de origen chileno, que tuvo las narices de solicitar la extradición de Augusto Pinochet antes de que lo hiciera el juez Baltasar Garzón, para encausarlo por crímenes contra la humanidad. Su asignatura, necesaria como tantos discursos reflexivos pertinentes sobre nuestra realidad, adelantaba el presente y vislumbraba el futuro. No podemos perder nuestra voluntad, ni aniquilar nuestra libertad, si perdemos nuestros deseos y lo que nos hace constitutivos de nosotros, nos perderemos a nosotros mismos.

Esto me recuerda que nunca debemos olvidar nuestros logros como sociedad, ni obviar tampoco nuestro derecho a protestar y reclamar nuestros derechos (a una vivienda, a un trabajo digno..).
La gente sale a la calle en masa por unas olimpiadas, por la victoria del Madrid, por la independencia, por el derecho de una lengua o contra el aborto, pero ¿alguien sale a la calle para protestar por la situación económica actual?
Nuestra rutina puede hacernos perder la noción de la realidad, siempre más amplia, pero nuestra obligación es defender las razones de la democracia y no permitir que las diferencias sociales vuelvan a los mismos niveles que en el siglo XIX. Camino de todo esto vamos si no lo impedimos.