Estrenada el 9 de noviembre de 2012 en España. Puede que mañana no esté en cartelera. Sin embargo, recomiendo verla.
EN LA CASA
Director: François Ozon
Intérpretes: Fabrice Luchini, Kristin Scott-Thomas, Emmanuelle Seigner,
Ernst Umhauer
Estrenada
en España en noviembre de 2012, la décimo tercera película del francés François
Ozon obtuvo la Concha de Oro a la mejor película, premio del jurado y premio al
mejor guión de la pasada edición del Festival de Cine de San Sebastián, así
como el premio de la crítica del Festival de Toronto. En este caso los premios
avalan la calidad de una película que tiene mucha fuerza visual y narrativa. Y
no es para menos. Cuenta con un plantel de actores de primera línea. El guión es
una adaptación de la novela de Juan Mayorga “El chico de la última fila”, una
novela que se nos antoja aguda al plantear el peligro de traspasar el límite
entre la realidad y la ficción.
Un
profesor de lengua francesa y literatura, inicia un nuevo curso escolar, aburrido
del poco interés de sus alumnos por la literatura y el poco talento de sus escolares
por la escritura. Sin embargo, descubre una excepción, un chico que observa
desde el exterior pero que ansía descubrir el interior de la vida de una
familia (un compañero de clase, su padre y su madre) y como ese deseo lo
transforma en literatura. El profesor fascinado, le ayuda a perfilar esas
redacciones, a construir el relato. La mujer del profesor, galerista de arte
contemporáneo, también juega un papel de testigo externo pero visible. La
relación adoptada entre el profesor y el alumno, tiene ese aire del maestro que
modela, pero también el rastro del escritor frustrado y de quién no ve más allá
de la forma y la estructura, de la ficción y se olvida de la realidad. Su
alumno no ha vivido en una familia bien avenida, sino en una desestructurada, y
ansía algo parecido a la normalidad, a poder tener una relación cariñosa, a
sentirse querido. En él surgen las pulsiones sexuales propias de la adolescencia
y ese torbellino de imágenes sensuales y sexuales con la mujer adulta, un mito
y el reflejo psicoanalítico de la madre.
El
guión está perfectamente hilvanado e hilado, la imagen y la sucesión de planos
van creando tensión argumental, tienen ese punto de suspense. El descubrimiento
del deseo adolescente, de los amigos cercanos, de los modelos externos, de la
familia rota y la modélica, de la escuela normalizadora y cuadriculada, de la frustración
con la que cargamos en nuestras vidas. Esas nociones comparten escenario con la
necesidad de franquear las barreras, las edades, de manipular y jugar con las
personas. Tiene mucho de diabólico ‘En la casa’, de un mundo en el que carece
de algo lo busca como un perro rabioso y al querer poseerlo, destroza todo lo
que pasa a su alrededor.
Ozon
hace una radiografía de una sociedad en proceso de descomposición donde la
televisión y la comida basura triunfan, el deporte tiene ese don gregario y
colectivo, el arte contemporáneo es para gente de otro planeta. Y retrata una
sociedad conformista, metódica y borrega. El plano final bien podría ser una
versión del cómic de Ibáñez 13 Rue del Percebe al estilo de Michelangelo
Antonioni, o incluso al de Alfred Hitchcock de ‘La Ventana Indiscreta’. Y el
desenlace final tiene algo de delirio, de una sociedad, se tambalea entre la
depresión y la esquizofrenia, y a veces encuentra el equilibrio.
Trailer en VO con subtítulos en español
1 comentario:
Lo dicen en una escena de 'Dans la maison' a mitad de la película: es una comedia estúpida, todo esto es ridículo. La película de François Ozon es ñoña en su ventana 'voyeurística' (¡ay qué diría el maestro Hitchcock!), un escape apenas maloliente, que ni siquiera satisface al que lo despide. ¡Mejor nos vamos todos a China! Un saludo!!!
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