jueves, 21 de octubre de 2021

DANZA / Crítica / PROVISIONAL DANZA




Fotos: David Ruiz (c).


         PROVISIONAL DANZA

 

         El baile como signo vital

 

       El domingo 10 de octubre, quinto y último día de representación del estreno absoluto de la última coreografía de Provisional Danza, asistí a la Sala Verde de los Teatros del Canal. Todo lo bueno ocurre en silencio es una coreografía inspirada en la película Días de Radio de Woody Allen, incorporando audios de la película a modo de situacionismo, de acompañamiento argumental. Todo parte de una sala de fiestas después de una Nochevieja. Carmen Werner aparece sola, como desubicada, entre restos de confeti, copas y mesas vacías. Las soledad como punto de partida.

En esta coreografía conjuga solos, con momentos de dúos o de quinteto. El cuerpo habla de soledades, de enfados, de desencuentros, de hallazgos y de encajes. Es una coreografía que vuela entre copas, humos, soledad y una resaca de fiesta que va más allá. Que explora los márgenes, las ausencias, las posibilidades escénicas de imágenes, sonidos, con la música original de Luis Martínez.

Werner con más de 25 años al frente de Provisional Danza se reinventa en cada paso. Estira las técnicas (Limón, Release, etcétera) y modos de entender la escena, la interacción del teatro, de lo textual con lo orgánico de la danza. Aquí el texto son los audios de la película de Allen. El acento reside en lo gestual, en lo situacional, en el movimiento y el poder corográfico. Werner indaga en la condición humana, en el paso del tiempo, en la soledad, en lo colectivo, en el encuentro y en lo festivo, en el dolor y en el duelo. Transita en ese eje Ausencia-Presencia, como en el de Consciente-Inconsciente. Sus coreografías dibujan esos pequeños movimientos que brotan desde dentro y salen hacia fuera poco a poco, en en manada. Pero también se explaya en lo externo. Florece el ser desde la soledad, desde el soliloquio, al diálogo grupal, al compadreo, a la gresca.

En esta ocasión salta de la habitual sala en sus estrenos, La Cuarta Pared, a Teatros del Canal. Nos encanta la alquimia de La Cuarta Pared, pero alabamos este salto porque implica reconocimiento.  El públic, atento a su carrea, acude en buen número a este último pase de Todo lo bueno Luego los cuatro bailarines que le acompañan desde hace años demuestran una conexión con su estilo (todos están inmensos pero mi mención especial es para Tatiana Chorot): versatilidad, poder escénico, capacidad de transmisión de ánimos. Y la captura del baile. Ese baile a veces lento, sosegado, al detalle. Hasta la explosión, el arrebato.

Salí de ver la pieza con el cuerpo y el alma recargados, de energía, de introspección, de un profundo diálogo interior de esos que ayudan a superar los avatares vitales. Eso es fruto de que la creación poseía sustancia. Tienen que ver Todo lo bueno ocurre en silencio porque es danza viva, porque es una manera de estar en el mundo, de encontrarse. De dialogar con el público, para que éste mire a sus adentros, escuche, se mueva y contemple el proceso. Es bueno, es danza, es dinamismo. Es el silencio que nos habla para que sigamos girando la rueda de la vida.


Próximos espectáculos de Provisional danza:
- La miel, TNT Sevilla viernes 29 de octubre y sábado 30 de octubre.
- Todo lo bueno ocurre en silencio, Teatro de la Estación, Zaragoza, sábado 6 y domingo 7 de noviembre.

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