VIAJE A SIDNEY
“Después, el Incendio”
Publicado el viernes 24
de abril en las plataformas de streaming y a la venta.
Autoeditado.
Escúchales en su bandcamp.
EL
POP QUE HACE VOLAR
El
cuarteto madrileño Viaje a Sidney vive
apegado al pop. Pero al pop de alta calidad al de melodía contagiosa y arraigo
con la lengua española. No llevan más que cuatro singles publicados, dos en
2019 (“Piezas de montar” y “Ley de Sombras”) y dos en este 2020. Suben el nivel
con cada nueva canción. Una banda que recuerda la energía vibrante de The Housemartins y la magia de Duncan Dhu. Poca broma.
El
pop de Viaje a Sidney es trepidante. Un pop que quiere hacerte viajar en 3
minutos. Algo que sube enérgico por tus patillas y te contagia ipso facto. Lanzaron “Huesos rotos” en
febrero, una canción de algo más de dos minutos con melodía y estribillo
vibrante. Juegan con clase con los coros. Saben de intensidad. Le ponen ganas e
intensidad.
Les
vi en directo en la sala El Juglar de Lavapiés en un cartel compartido con dos
bandas más (Orden Jónico y Caliente Caliente) hará cosa de año y medio, en febrero
de 2019. Les vi potencial, pero les faltaba rodaje. Ahora veo que han ganado mucho
terreno en sus composiciones. Les produce un as del pop independiente español
como Carlos Hernández (Los Planetas, Triángulo de Amor Bizarro, Axolotes Mexicanos, Viva Suecia, Carolina Durante, La Plata, Los Punsetes, Castro,
entre muchos otros).
“Después,
el Incendio” tiene brío, pulso, pegada. En tan solo 2 minutos 26. Suena
redonda. Su letra tiene visos de reproches, de ocasiones fallidas, de historias
caducas. “No puedo perder. Hice lo que
pude (..) Para ver arder todo lo que venga después ¿O no lo ves?”, dice su estribillo. Buenas melodías e intensidad guitarrera por momentos. Sobrevuela cierta derrota (“Y hacer un gran collage de flores
secas”) pero acaba con un final arriba. Habrá que repoblar el pop con canciones
de este calibre.
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