martes, 28 de abril de 2020

MÚSICA / #UnaCanciónAlDía #2 ERIK SJØHOLM “Púrpura”


                                     




ERIK SJØHOLM
“Púrpura” (Autoeditado)
Single publicado el viernes 20 de marzo de 2020 en Spotify, Apple Music, YouTube, Tidal, Deezer, Yandex Music, Soundcloud; de venta en iTunes.

           EL ALMA EXPANSIVA

         El finés Erik Sjøholm cuenta con una trayectoria musical labrada poco a poco, pero ya tiene en su haber dos EPs (‘The Pearl’ y ‘Endless’), el disco ‘Walkabout’ (2016) un directo y una buena colección de singles. Desde septiembre de 2019 está publicando un single al mes. Se mueve desde el funk (“In the Beggining”), el soul (“Dream True”), hasta transcurre por el folk más variopinto (“We Are One” o “Sooner or Later”),  o la world music más abierta (“Alela” o “Matsawana”).

         Gana mucho cuando se apoya en una banda. Pero en solitario tiene una fuerza impresionante, porque su voz es uno de sus fuertes y porque maneja muy bien ambientes, melodías y la armonía la lleva con su viento, con su estela. Le auguro un futuro musical vibrante y rico. Y es que mi intuición me dice que todavía va a dar muchos más frutos. Vive en Madrid pero su espíritu es viajero, graba en Vasa, Kvevlax (Finlandia) y mezcla en Madrid con Miguel Díaz.


         ‘Púrpura” está inspirada de la situación extraordinaria que vivimos. Surge en pleno confinamiento y se impregna de humanidad, de preocupación, de unidad, de grandeza. Canta en castellano (al igual que en uno de sus hits “La Latina”, pero ahí mezclaba el inglés y español). Y su música transmite esperanza. El púrpura como un color que limpia, que impregna al ser. Y en ese silencio que nos incita a pensar, y a ver cosas que no solemos ver, a las que no prestamos la atención que se merecen.

         La trompeta que inicia y acompaña la canción como si hubiera algo castrense, ceremonial que decir. Será la solemnidad que impone la muerte. Como si Sjøholm quisiera hacer un homenaje a los muertos. Y su voz modulando ese pensamiento, ese extrañamiento que debería unirnos más. Su acústica dirigiendo los sentimientos. Una canción aparentemente sencilla en estructura pero de gran calado emocional. Y es que Sjøholm hace magia con su música: consigue que lo sencillo se vista, y luzca. Y que la vida con sus cosas nos aporte algo con lo que avanzar. Ahí es nada.

(Ya hablaremos en unos días de su canción de abril, “Den Stormiga Vintern”, en su lengua materna)

*RECOMIENDO ver el videoclip por su mensaje cercano, cariñoso y luminoso.





lunes, 27 de abril de 2020

MÚSICA #UnaCanciónAlDía #1 DOMINIQUE A “L’éclaircie”



       

Foto del single "L'éclaircie".

         Siempre es un placer recomendar a uno de mis músicos preferidos. Un músico muy querido en España gracias a la labor que hizo el sello sevillano Green Ufos. El francés Dominique A ha tocado en festivales como el FIB o el Primavera Sound. Surgió a principios de la década de 1990 y actualizó sin quererlo la chanson française desde el rock, la new wave, los matices electrónicos o el espíritu punk. 

Desde 2018 no publicaba nada. En aquel año editó dos discos en dossu duodécimo y su décimo tercer disco, como si se tratara de dos caras de un artista, ‘Toute Latitude’ (más electrónico, editado en marzo de aquel año) y ‘La Fragilité’ (más acústico, editado en octubre), ambos en el sello Cinq7 / Wagram.

El pasado miércoles 15 de abril de 2020, el francés Dominique A lanzó “L’éclaircie” en pleno confinamiento. No se trata de una nueva canción propia del francés, sino de una versión del grupo bretón Marc Seberg, de una canción incluida en su disco ‘Le Chant des Terres’ (1985). El quinteto francés practicaba un rock muy post new wave, con un papel destacado de los teclados en las melodías y una producción muy metálica, muy empastada, muy propia de esa década. La banda venía de una formación llamada Marquis de SadeLa canción está firmada por Philippe Pascal (fallecido en 2019) y Gilles Rettel (‘Anzia’), vocalista y guitarra del grupo respectivamente. L’éclaircie es un medio tiempo pegadizo, con una letrade corte romántico, que habla de ese período de claro, entre dos lluvias, como si de dos momentos temporales en una relación. Jugando con ese símil del invierno y el encierro, como se pueden eternizar y alejarte de la persona deseada. Y la espera, la espera…



Dominique A, evoca esa espera, ese júbilo, esas pulsiones y lo vincula con este encierro forzado, ya no por la estación del año, sino por un problema de salud pública de orden global. Retoma esa canción, un hit en 1985 que mantiene intacta su poderío, su gancho. Y la desnuda, la deja en toda su esencia: esbelta, espléndida. La ambienta, tomando cierto aire crepuscular, le dota de un tamiz electrónico que aporta profundidad, y su guitarra acústica en primer plano brotando con brío de entre la espesura. Su voz brilla sin destellos, sin floritutas que nos cieguen. Con suficiente naturalidad, con su solvencia habitual, la lleva a su terreno, a su cantar fraseado con una voz personal que seduce, que embriaga. Y emociona, nos conquista. Homenajes así maravillan. Rescates así, recuperaciones de este calibre, reviven la música, rehabitan el alma.







L’Éclaircie
C'est vrai
L'hiver dure trop longtemps.
C'est vrai
Sans toi
La neige, le gel
Les coups de vent
En plein cœur d'avril
S'éternisent.
Les mois s'étirent
Se ralentissent
Jusqu'au plus profond de l'ennui
L'ennui:
C'est que tous les chats sont gris!
Sans toi, toutes les couleurs se fanent
En une fine pellicule de poussière un peu sale.
Comment retrouver le temps d'une danse
Tous les clichés d'une romance?
Et comment oser faire rimer l'amour
L'amour
Avec dernier recours?
... Et si ce n'est pas pour demain
Eh bien j'attendrai!
... Et si ce n'est pas pour demain
Qu'importe, j'attendrai
Le jour d'après
Un millier d'années
Un éclat de verre.
Millier de larmes
Une éclaircie.
Pourtant il suffit d'un regard,
Brillante, brillante étoile d'un soir.
Comme un marin mis sur le sable
Une sirène m'a laissé en rade.
Il est temps de hisser la voile
Le cap
Sur une île de hasard.
...
Et si ce n'est pas pour demain
Alors j'attendrai!
... Et si ce n'est pas pour demain
Qu'importe j'attendrai
Le jour d'après!
... Et si ce n'est pas pour demain
Alors j'attendrai
Le jour d'après!
Un millier de larmes
Une pluie de rêves.
Un arc-en-ciel
Dans un millier d'années...
Oh mercy. Mercy. I'm so scared...
Juste un sourire.
Un millier d'années...
Plus au sud
Une île...
L'éclaircie
Dans un millier d'années.




martes, 21 de abril de 2020

DISCOS / #NovedadesConfinadas #NovedadesDiscográficas Jonathan Hultén 'Chants from Another Place'

   

Empiezo esta sección sobre novedades discográficas en el confinamiento, #NovedadesConfinadas, dando relevancia a los lanzamientos producidos a partir del viernes 13 de marzo ya que debido al coronavirus muchos lanzamientos han sufrido retrasos o puede que muchos medios no les presten la atención que merecen.

                  Portada del disco.

JONATHAN HULTÉN
‘Chants from Another Place’ (Kscope)

Fecha de lanzamiento, viernes 13 de marzo de 2020.

He descubierto recientemente al sueco Jonathan Hultén por mi sobrino Juan X Kings (del que recomiendo su disco autoeditado ‘Dancing in freefall’ editado en diciembre de 2018. Lo podéis escuchar en varias plataformas como YouTube (disco completo), Spotify y Apple Music.

Y ha sido una grata sorpresa conocer sus canciones que contienen un espíritu folk e intimista que recuerda a grandes como Nick Drake (“The Mountain”), Sufjan Stevens (quizás toca menos el universo del estadounidense pero si respira su espíritu orquestal), Chris Cornell (“Next Big Day”) o los Alice In Chains del ‘Jar of Flies’(“The Call to Adventure” esos coros tan propios de Layne Staley y de Jerry Cantrell) entre otros, con aires entre folkies y hippies.



Estos “cantos desde otro lugar” son su primer disco en solitario, tras el EP “The dark night of the soul” (Nightly Sun, 2017), cuatro canciones que ya mostraban la esencia de lo que ha presentado de largo ahora. Hultén no es un recién llegado a la música: ejerce de guitarrista en las bandas de heavy metal y death metal Tribulation y Stench. Y se nota el influjo de esa dimensión tenebrosa, gótica, en la música y en la estética y maquillaje de Hultén. Este efecto del músico también se muestra en su faceta como ilustrador, y vista la factura de sus dibujos y de la portada del disco, comprobamos su talento. Y como curiosidad el disco ha sido mezclado en Madrid, en Cuervo Recording Service por Ola Ersfjord.


                  Jonathan Hultén.

El disco combina melodía y arreglos de manera suculenta. Un disco que no busca la energía rock más que en momentos puntuales. Más bien circula por la calma, los medios tiempos. Como queriendo encontrar una belleza contemplativa. La presencia de canciones instrumentales tiene un peso importante en el álbum, 4 de las 12 canciones son instrumentales. Y crean atmósferas especiales, de cantos que tienen un arraigo tradicional como las voces de  “Ostbjorka Brudlat” con cantos sin letra (con una posible reminiscencia y vínculo de profesiones de la tierra como cazador, leñador o marinero). O el desarrollo de “Outskirts”, con un deje de rock celta, marcado por los teclados y guitarras. “Deep Night” tiene algo de mantra y resulta el cierre perfecto al disco.

Entre mis canciones favoritas está “Wasteland”, con un piano que puede recordar a Tears For Fears. El trabajo vocal con coros es espectacular. Un disco que busca el encuentro con uno mismo, la paz interior, el diálogo con la naturaleza. “The Mountain” es otra preciosidad del lote, por esa guitarra muy Drake, y el tratamiento exquisito de voces y coros. En “Where Devils Weep” el teclado recuerda a Led Zeppelin. Le auguro un buen futuro a Hultén. Un disco que invoca al cambio interior y al equilibrio con nuestro entorno, algo que siempre es actualidad, pero ahora más que nunca.






lunes, 20 de abril de 2020

CINE / CORTOS #PlanesCulturalesConfinados


ALCINE
#Online #YoMeQuedoEnCasaViendoCortos




El cortometraje suele presentarse habitualmente como el arranque de una carrera cinematográfica. Y sirve como trampolín para el desarrollo de proyectos audiovisuales. En el cortometraje hay mucha sustancia concentrada en minutos. Y pesan, importan las historias. Mucho. Es un formato que se presta a la investigación, la experimentación o al tratamiento de planteamientos formales y narrativos distintos.

Por eso, no entiendo porque está tan poco valorado el formato cortometraje como algo menor. Cuando contiene buenas esencias, oro en bruto, tan solo en unos minutos. Me recuerda al tratamiento que puede recibir el relato o el cuento en literatura. Pero no, porque ha habido un resurgir de esos géneros en literatura, y una serie de editoriales, premios que lo han potenciado. Recuerdo cuando al ir a cines de versión original se proyectaba un cortometraje antes de cada película. Una tradición que se debía recuperar. Para dar visibilidad el talento creativo audiovisual de nuestro país. Que es mucho.




Uno de los festivales de cortometrajes más destacados que hay en España es el Alcine, el festival de  cine de Alcalá de Henares / Comunidad de Madrid. Que cuenta ya con una trayectoria de 48 ediciones. El festival ha visto crecer y pasar a los grandes directores del panorama actual (Fernando Franco, Javier Fesser, León Siminiani, Borja Cobeaga, Daniel Sánchez Arévalo o Félix Viscarret).


Desde el pasado 19 de marzo Alcine decidió colgar cada día un cortometraje que ha pasado por el festival. Apoyado en el hastag #YoMeQuedoEnCasaViendoCorto. Están ordenados en la página web de inicio, pero no tienen cabida todos. Así que se pueden ver todos cronológicamente en la sección de Noticias.

Aún no me he visto todos los cortos. Pero entre los que he visto, destacaría la mayoría porque contienen diamantes en bruto, valores interesantes, puntos y aproximaciones elogiables. Y se vislumbra un talento audiovisual potencial. En muchos casos hemos comprobado que ese talento se desarrolló en años posteriores llegando a consagrar a esos directores.


‘Éramos pocos’ (2005) de Borja Cobeaga ilustra a la perfección el machismo y la liberación de la mujer, en un ‘zasca’ excelente que también retrata la soledad y la dependencia, con Ramón Barea y Mariví Bilbao presidiendo el reparto.

‘Traumología’ (2007) de Daniel Sánchez Arévalo se adentra en los entresijos de una familia numerosa. Un evento de celebración se tuerce y destapa dinámicas ocultas. Cuenta con Raúl Arévalo, Antonio de La Torre, Jorge Pereira y Quim Gutiérrez, entre otros y con música de Pascal Gaigne. Porque no existe la perfección, pero ¿somos disfuncionales?

‘Bienvenidos’ (2014) de Javier Fesser ilustra la vida en una comarca de Perú de una familia a través de los niños, la escuela y las posibilidades de comunicación que ha generado la tecnología. Entrañable homenaje al mundo rural y a otras latitudes desde la mirada de Anni, la niña que ejerce de narradora. Valiente resultado que muestra cómo se puede aportar a través de la integración y cooperación.



‘El tránsito’ (2009) de Elías León Siminiani, adquiere el formato de corto documental o ensayo visual. Rodado con imágenes de Nueva York reflexiona sobre el tiempo, el desplazamiento y las implicaciones de los hábitos cotidianos en nuestra vida. Con reflexiones que siguen siendo actuales hoy en día. Corto con mirada crítica y temática social-filosófica que cala.

Quizás el corto que menos me ha convencido es ‘Sintonía’ (2005) de Jose María Goenaga con producción de Aitor Arregui. Destaca Josean Bengoetxea por su interpretación. La música está firmada por Pascal Gaigne, y se recupera una canción folk de Tracy Chapman. Un tándem que después me ha emocionado con ‘Loreak’ (2014) o la reciente ‘La trinchera infinita’ (2019).



‘Room’ (2011) retrata el lado oscuro de las redes, en este caso de un chat. La comunicación virtual puede caer en el morbo y en la falta de principios éticos. Y cómo una situación se puede ir de las manos. Contiene el sello particular de Fernando Franco que luego plasmó en ‘La Herida’  (2013) y ‘Morir’ (2017).



El mundo de la pareja aparece retratado en dos cortos jugosos como ‘Mañana no es otro día’ (2015) de David Martín de los Santos, cuando las parejas se ven en caminos distintos. Y en ‘Café para llevar’ (2017) de Patricia Font que retrata un reencuentro con tu ex, con esos tira y aflojas y la vuelta, revuelta y reproches. En los dos aparece Daniel Grao en dos registros muy creíbles.

                  Fotograma del corto 'Mañana no es otro día'.
                 
Y eso es solo una muestra que exhibe, muestra el nivel potente del cortometraje nacional. Talento en corto. Alcance en largo. Disfruten.

jueves, 9 de abril de 2020

LITERATURA / Poesía 'Caricias en la noche'


                                  

            
      Foto de Alejandro del Estal (C)            


                       CARICIAS EN LA NOCHE

                        Por Andrés Castaño 

                       Caen caricias en la noche,
                              ahí afuera.
                              Y, a lo lejos,
alguien, de súbito
llama a la cordura.
¿Es el silencio
o el murmullo
lo que nos perturba?

No sabemos porqué,
pero el cielo llora nuestra ausencia.
Se extraña del tiempo pausado,
de las plegarias virtuales,
y clama porque el aire puro
no se pierda en promesas.

Por eso, caen caricias en la noche
Ahí afuera.
Parece que el tiempo habla
“como si esa piel no necesitara
un roce, acaso un pellizco, un arañazo”
Una dosis de presencia,
en tiempos de ausencias.

                              Extrañas los días.
Sientes las noches,
como un lugar de confesión.
Todo transcurre sereno,
en un quehacer liviano,
que conduce a la transformación.

¿Era yo aquel?
¿Seré yo
ese que se perfila
en la sombra?

Desconoces los límites,
del viaje interior.
No temes al desafío
ni al tiempo volando,
todo son marcas
de lo inevitable.

Lamentas no haber
traído el fruto recogido,
sombrío pero lleno de sabor.
Para aquellos momentos
de incertezas y llamadas furiosas.

Tu mente guarda el recuerdo
                              de los días, de las hojas caídas.
                              De las gentes en su pesar.
                              Y de días a olvidar.

Sigues embrujado,
¿o eras cautivo?
Permaneces en lo oculto
porque caen caricias en la noche
ahí afuera.




martes, 7 de abril de 2020

LITERATURA / RELATOS PARA SOBREVIVIR


CAERSE EN LA REALIDAD





Andrés Castaño


La urgencia le estallaba. Se sentía desbordado. Tenía toda su energía contenida en su carne y su alma. Parecía venir de un destierro, de la caverna y quería salir despavorido. Abrirse paso entre luces y sombras. Esperaba que el sol le soltara un sopetón de furia.

Contó en silencio todos esos amaneceres recluido en su pequeña estancia en un sótano. Donde su vida transcurrió en medio de una guerra interna. Una batalla entre su ser y su querer.

Lo que le mantuvo con vida fue el latir por algún lugar perdido. Por esas conversaciones abandonadas. Por el placer de ir de tapas. Por las risas cómplices. Por los viajes solitarios o en grata compañía. Y la amistad ausente en esas tinieblas, volvería con fuerza ¡Claro, que sí!

“Perdí la vida, perdí el color. Estuve en los infiernos. Pero una tormenta feroz me devolvió mi amplitud de tonalidades ¡Qué lejos quedan aquellas noches largas, y esas mañanas cortas! Vuelvo a mi ser, con la experiencia del dolor más profundo. Pero con una revelación: lo que no te hunde te hace más fuerte. He vuelto para quedarme”, recordaba en sus adentros. Pisó la calle y el horizonte se abrió paso ante su mirada. El día en que la realidad le asestó un fogonazo de esperanza. Y el lamento ofreció su último suspiro.  

jueves, 2 de abril de 2020

ARTE / EXPOSICIONES ANTES DE UN ENCIERRO


                     ‘EL DESPERTAR’ de ÁLVARO URBANO

                      Del 28 de febrero al 19 de abril de 2020.
                      Comisariada por José Esparza Chong Cuy
                      Sala A. La Casa Encendida.




                                       
                                         Fotos de Trevor Lloyd (c)

Una de las últimas exposiciones que pude ver y disfrutar antes de decretarse el estado de alerta fue ‘El Despertar’ de Álvaro Urbano, en La Casa Encendida de Madrid. Se trata de una obra / instalación basada en el pabellón de los Hexágonos presentado por España para Expo Universal de Bruselas en 1958 (la que dejó como legado el Atomium en Bruselas) y galardonada con la Medalla de Oro. Fue obra de los arquitectos José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún. Posteriormente fue reubicado en la Casa de Campo, por tratarse de una arquitectura desmontable como requería el comité de la Expo, y ahora se encuentra en estado de abandono.

            Al adentrarte en la sala, te adentrabas en un espacio / estancia que rememoraba aquel pabellón con los efectos del paso del tiempo, de la vida, y aún así todavía había vida, música, niebla, humo. Pesa la dejadez, el abandono. Incluso han tomado un irncón del lugar unos mapaches. También se puede ver un muro agujereado que podría conectar lo actual con ese pasado. Por eso hábilmente la exposición se subtitula, ‘Una exposición en una escena infinita’.





                                                    Fotos de La Casa Encendida (c)

Me fascinó porque me introdujo en un lugar del pasado pero conectado con el presente. Creando un espacio conectado, donde la decadencia de la materia se mezclaba con la fuerza de los símbolos, del lugar, el poderío de los paisajes sonoros, de las luces y del humo como poso de un pasado quizás mejor y las plantas que crecen en las estructuras. Late la energía del pabellón donde esa obra era respetada, era valorada. Y ahora está en el olvido. Es un homenaje al pasado y a la historia.

En el catálogo aprendemos detalles de elementos descartados en la propuesta del proyecto del  pabellón: que fuera un pabellón vacío, o que se presentara una exposición conceptual con dibujos de neuronas de Santiago Ramón y Cajal, un capote y una naranja. El comité seleccionador también rechazó que se escucharan melodías inspiradas en ‘Noches en los Jardines de España’ del compositor Manuel de Falla. Y aquí sí que se escuchan melodías inspiradas en esa obra de Falla, así como se ven naranjas podridas, colillas de cigarrillos o plantas que crecen en esas estructuras, lámparas hexagonales. Lo abandonado cobra vida, espacio y resurge la historia que parecía dormida. Los espectadores se adentran en esa atmósfera, en esa vida. En el renacer, en esas historias olvidadas.





                              Fotos de Trevor Lloyd (c) 

            Espero que tras este confinamiento podáis disfrutar de esta exposición que es una experiencia reveladora. Mientras tanto podéis haceros una idea de ella con estos dos vídeos y leyendo el excelente catálogo de la exposición.



                               

                Vídeo Exposición El despertar. Álvaro Urbano | La Casa Encendida






El despertar. Entrevista Álvaro Urbano & José Esparza Chong Cuy | La Casa Encendida



Catálogo en papel (gratuito). Descarga el cuaderno de la exposición aquí.