miércoles, 3 de junio de 2020

CÓMIC/ NOVELA GRÁFICA ¡Píldoras Azules' de Frederik Peeters









           Píldoras Azules de Frederik Peeters
           Astiberri, 2015

             Cuando rompemos los estigmas de la enfermedad

         No era algo tan habitual en aquellos años. Eso de soltar prejuicios, acercarse desde el amor, y afrontar la realidad con toda su dureza implacable. Dejarse llevar por tus sentimientos más íntimos, sin ningún tipo de vergüenza ni pudor a exponerse. Pero también usando la cabeza, poniendo la ciencia por delante y chocando con un tema que generaba rechazo social, alejamiento, incomprensión.

         Me sorprendió, y me produjo admiración, la manera en qué Frederik Peeters se acercaba a la sensibilidad y a naturalizar, ‘normalizar’ algo que no debería haber sido tan denostado. Contar tu manera de cómo te enfrentas desde lo personal, a través de una relación afectiva, con una enfermedad estigmatizada como el SIDA. Y cómo el amor puede salvarlo todo. La historieta cuenta cómo Frederik conoce a Cati, y después al hijo de ella, y todo lo que rodea su relación.






Editado originalmente en 2001 ‘Píldoras Azules’ fue el cómic que lanzó al suizo Frederik Peeters al panorama internacional. Recuerdo que lo cogí prestado de la biblioteca y desde ese momento me convertí en fan de Peeters, por su manera de contar historias. En este caso con historietas en blanco y negro, con gran poderío de los trazos, de la manera de perfilar a los personajes. Y todo el mundo de matices, de las imágenes poderosas que surgen de esos conflictos. Por su carácter reflexivo, calculador, pero con un punto impulsivo. Con mucha fantasía (ese encuentro con un mamut y vuelo posterior, al modo de viaje y diálogo con la conciencia; el rinoceronte blanco como la excepción presente en la realidad) y gran cercanía cotidiana.

Hace poco compré el cómic. Para formar parte de mi biblioteca de cómics y novelas gráficas. En esta nueva edición, de 2013, aumentada con un Post-Scriptum de 2 páginas, más un apartado “trece años después” de 8 páginas en el que habla el entorno familiar más cercano. Ambos añadidos sirven de complemento redondo, como colofón a una historia tan sentida, como humana: una lección de vida. Resulta un impulso y un orgullo que obras tan personales como ésta, sirvan como base para muchos trabajadores sociales, médicos y otros profesionales como material para  comunicar, concienciar sensibilizar colectivos cercanos a la problemática (familiares, los propios pacientes) y a la sociedad. Tratar a las personas con respeto, cariño y no perder nunca la dignidad. Porque la enfermedad se supera más fácilmente con ayuda médica, sin miedo y  es de gran ayuda el apoyo / la comprensión social, no sólo del entorno más cercano. El amor es el motor del cambio. Que las píldoras no sean un estigma, sino una señal de avance y superación.




                                                                Post Scriptum.
13 años después, el hijo de Cati habla.





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