viernes, 5 de junio de 2020

MÚSICA / #UnaCanciónAlDía #28 CHUCHO “Yoga Love”




De izquierda a derecha Fernando Alfaro, Javier Fernández Milla y Juan Carlos Rodríguez. 


CHUCHO
“Yoga Love”
Publicado el viernes 29 de mayo de 2020 en las plataformas de streaming y a la venta.
Edita Intromúsica.

           HACER LAS COSAS POR AMOR

         Fernando Alfaro descoloca. Pero para bien. Con mucho humor, como es el caso de “Yoga Love”, y a veces con algo de tragedia. A veces da vueltas sobre lo mismo, pero sus canciones tienen su marca indiscutible. No me cabe duda de que es uno de los más grandes compositores de pop-rock de este país. A su carrera me remito. Sea en Surfin’ Bichos, en solitario o con Chucho. Bandas capitales de la historia de la música alternativa de nuestro país.

Me encantan esos primeros versos “Lo que llegué a retorcerme por amor”, repetido cuatro veces. Para que quede claro. Para que coja fuerza el concepto. “Yoga Love” empieza a ritmo de trote. Para conseguir esa explosión muy propia de Chucho, como transición, como pequeña rabia, como apogeo de la plenitud física, como exaltación.

“Siempre después del puto trabajo / entre el ‘precariado’ y el voluntariado / Con la tragedia a medio poner / A clase de yoga, una y otra vez / Y me estiraba hasta lo imposible / aún así me encantaba, nunca fui muy flexible (..) en clase de yoga, una y otra vez, por amor”.

La historia transcurre entre la sorna, la ironía, el respeto y la coña. Pero reside en “Yoga Love” un retrato social muy sincero. El amor que viene y va. El trabajo alienante. Y los disfraces del mundo feliz ¿el voluntariado? ¿el yoga? Armas de defensa masiva (colectiva e individual). Pero síntomas de una sociedad (¿injusta y/o enferma?). “Me activaré los chakras si me convierto en yogui”. Agarrarse a cualquier poder sanador, o a cualquier luz que ilumine la oscuridad. El Chucho, mordiendo la herida, una vez más.

*El videoclip con Aníbal Gómez (Ojete Calor, Ruido Paraíso) tiene su gracia.



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