“Calma”
Single publicado el
miércoles 6 de mayo en las plataformas de streaming, y a la venta.
Warner Music Spain.
Web.
El músico madrileño Coque Malla lleva décadas demostrando su
calidad compositiva. Conviene apreciar nuestro patrimonio musical popular. Hay
que decirlo más alto y claro. En España contamos con una generación de
cantautores (lo que los anglosajones llaman songwriters)
de alto copete, de grandísima calidad. Este numeroso elenco de cantautores
representa la joya de la corona. Nos regalan canciones como monumentos, como
sellos culturales indiscutibles del talento de aquí. Ondeantes y luminosas en
ocasiones, descorazonadoras y melancólicas en otras. Canciones que deberían
acompañarnos y hacernos sentir orgullosos. Son banderas de concordia y no
objeto de disputas.
En la última década Malla ha compuesto un disco homenaje a Ruben Blades, otro a Lou Reed y a ‘Transformer’, un disco con las mujeres como protagonistas (Leonor Watling, Jeannette, Ángela Molina, Rebeca Jiménez, Anni B Sweet, Maria Rodés, Alondra Bentley, o discos en solitario, el último ‘¿Revolución?’ (2019), donde colaboraba con el rapero Kase.O o con Jaime Urrutia. Todas ellas muestras del universo variopinto por el que se mueve el madrileño.
En pleno confinamiento, Coque Malla aprovechó para componer y publicar “Calma”. “El otro día, con un bajón importante, he de decir, escribí y compuse esto. Espero que no os parezca oportunista. Creo que no lo es porque os juro que me salió del alma. Vosotros juzgaréis. No os preocupéis, el bajón ya se ha pasado y ahora estoy tranquilo y acostumbrándome a esta situación extraña. La canción habla de calma y esperanza, espero de corazón que os sea útil. Me gustaría dedicársela al gran Luis Eduardo Aute y a su familia. Mucho ánimo, mucha fuerza y mucha calma”, escribía Coque Malla.
“Calma” me recuerda la magia compositiva que tenía Antonio Vega: una especie de “El Sitio de Mi Recreo” pero en 2020. Una reflexión acerca de todos los estados que nos dejó el confinamiento, la pandemia, el miedo, la calma, etcétera. “Deberíamos estar unidos / como jamás conocimos nuestra unión / Paremos el motor / escuchando el latido interior, / el que nos dice la verdad / a quién creer, de quién dudar, a quién tocar, a quién amar con calma” nos canta. La música también nos arropa para superar todo lo devastado. Porque no olvidemos que la música es un revulsivo muy eficaz. Que tiene la capacidad de alimentarnos espiritualmente y de aliviar los impactos de la vida. Sólo por eso, esta “Calma” nos sirve de suave bálsamo con el que sanar las heridas.
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