lunes, 14 de septiembre de 2020

MÚSICA / #UnaCanciónAlDía #93 MANDALE MECHA “Unpredictable





El cuarteto Mandale Mecha en foto promo de su Facebook.



MANDALE MECHA
“Unpredictable
Publicado el viernes 7 de agosto de 2020 en plataformas digitales y a la venta.
Editado por Raso Estudio.
Escúchales aquí.





        MÚSICA SIN PREJUICIOS
        El cuarteto Mandale Mecha ha lanzado en este 2020 varios adelantos (“Papi”, “E daí” y “Tiqui Taca”) de lo que será su primer disco, que tendrá por nombre ‘Fikken Und Kiffen’. Está compuesto por la argentina Michu Méndez (voz), y los brasileños Gustavo Koshikumo (guitarra, bajo, sintes y programaciones), Chico Abreu (guitarra acústica, bajo, sintes y programaciones) y Juliano Perreira (bajo, sintes y programaciones). Músicos con rodaje en bandas como ATR, Skrotes, Carolino, Aquamomo, Los Desterros o Petit Rock. El grupo se mueve por los márgenes de la música urbana, en una fórmula totalmente heterodoxa y ecléctica. Ya sea de la electrónica o el rollo rave pop (en “Tiqui Taca”), el reggeatón o la cumbia electrónica (en “E daí” o en “Papi”). Buscando su propio sonido.

Todos los sencillos de Mandale Mecha estaban cantados en portugués con alguna expresión en español. Pero su último sencillo, “Unpredictable”, publicado este verano, es su primera canción cantada en inglés donde buscan una fusión de trip hop con bossa, R&B o ambientes jazzy. Ampliando así su paleta sonora y su fusión estilística. “Unpredictable” me hubiese gustado mucho más en portugués. Creo que hubiese tenido más personalidad. Esta canción “impredecible” capta la energía veraniega, las texturas con cadencia leve y con sustancia, y rematada con un punteo final de guitarra muy swing. Dice el estribillo “Porque todo lo que me preocupa ahora es tu dolor”. Rupturas o duelos en tiempos Covid ¿Mandale Mecha volverá a darnos un quiebro estilístico en su próximo single? Tal vez. Desde luego se mueven en la sorpresa, en el contratempo. Y este “Unpredictable” se me antoja como la guinda final para un verano extraño. Para quedarse en ese momento de calma interior, antes de que empiece la tormenta.











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